Augurios, cortesanías y errores

La idea generalizada de los mexicanos en torno de necesarios y urgentes cambios en el gabinete presidencial va a terminar por cumplir el deseo anónimo.
Cierto o falso pero el rumor ha iniciado ese camino según el cual las profecías terminan por lograr su cumplimiento, como en aquel célebre relato de Gabriel García Márquez sobre el cual se hizo la película Presagio: aquí va a pasar algo, en este pueblo va a pasar algo terrible.
Y de tanto invocar lo desconocido, termina todo por generar una psicosis colectiva en medio de la cual se rompen mecanismos normales, se cometen abusos, errores, tropelías preventivas y otros desórdenes, cuya conjunción genera la tragedia anunciada.
Así sucede, por ejemplo con los chismes sobre la escasez: tanto se habla de ella hasta generar una demanda excesiva y anormal cuya desordenada satisfacción produce el desabasto y cumple con el augurio de lo escaso. Como hacían antes los idiotas para comprar un tanque lleno antes del gasolinazo. Ahorraban unos pesos y perdían horas irrecuperables.
La idea generalizada de los mexicanos en torno de necesarios y urgentes cambios en el gabinete presidencial va a terminar por cumplir el deseo anónimo.
Ya los adivinos, augures y demás (santeros, cartomancianos, quirománticos y demás embaucadores de señoras proclives a caer en esos pretextos seductores) anuncian nombres y prevén futuros políticos cuya última parada sería el proceso de selección del candidato del PRI a las elecciones del 2018.
Los hijos de Casandra dicen: serán removidos Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación; Luis Videgaray, secretario de Hacienda; Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y el procurador General de la República, Jesús Murillo Karam. Y lo anuncian muy ufanos y seguros desde hace semanas.
Si las cosas ocurren así, dirán, lo advertimos. Si no, atribuirán la realidad a un cambio de planes motivado por la divulgación oportuna de los cambios por ellos anunciados. Pero no perderán.
Sin embargo hay signos como para no dejar todo en el simple enunciado adivinatorio. A cada uno de estos funcionarios se les ha construido un expediente (al menos virtual) cuya capacidad explosiva sube y baja en intensidad. El último cargamento de dinamita contra Luis Videgaray, por ejemplo, más allá de la casa de Malinalco, es el fraude de Ficrea.
Tratándose de una “corrida” motivada por la intervención oficial, todo lo demás cae por su propio peso. O como dice Mario Delgado, (el senador en cuya gestión financiera en el GDF, se negociaron los fondos de la Línea 12 del Metro): no vieron los hechos frente a sus narices, y cuando miraron, ya era demasiado tarde.
Y la única nariz importante en este caso, es la de Don Luis.
Pero en cuanto a las movilizaciones con pretexto de la imposible presentación de los desaparecidos de Iguala, el efecto político va en contra del procurador Murillo Karam, a quien le han construido un castillo de medias verdades apoyado en el famoso “#ya me cansé” y –obviamente— del secretario de Gobernación, Osorio Chong, cuya responsabilidad sería estabilizar un país desestabilizado con marchas de legitimidad indudable (algunas) y muy discutible en otros casos.
Como sea la ruleta se ha movido.
CORTE
Hoy habrá relevo presidencial en la Suprema Corte de Justicia. Sería una pena si el triunfo de Margarita Luna Ramos obedeciera a un aprovechamiento de género. Ojalá Margarita ganara por su talento, su trayectoria y su conocimiento.
Lo demás, no debería tener la menor importancia.
El estilo es el Papa
El Vaticano ya ha inscrito a México en la lista de sus observaciones constantes y pertinentes. El clima social, político y de violencia nacional no es materia de disimulo para este Papa cuyo estilo de hacer política es directo, abierto, audaz y franco.
Vieja frase esa, “el estilo es el hombre”. Se le atribuye a Buffon y sobre ella dice Aldao:
“El estilo es el hombre”: esta conocida frase, atribuida a Buffon, les parece a muchos escritores, poetas e intelectuales una “frase hecha”. Al correr de los tiempos se ha transformado en un lugar común, en una escapatoria, en una armadura intelectual que pueden esgrimir para explicar el estilo propio y escapar de situaciones y preguntas embarazosas. Sin embargo en este caso la reflexión viene a cuento por la actitud de dos Papas en su relación con México. El papa Juan Pablo II cuyo inigualable carisma conmovió a la nación entera, la cimbró de pies a cabeza y la hizo olvidar sus peores momentos, jacobinos, siempre bajo la sonrisa protectora y guadalupana, y el papa Francisco quien se ha convertido en un implacable crítico social de México. Recordemos la severa admonición papal cuando el caso de Ayotzinapa sobre el cual dijo, reveló un país donde se mata a los estudiantes. Severas censuras. Y de ahí vinieron otros señalamientos clericales.
Si bien ya nos habíamos referido antes a la declaración de la Conferencia del Episcopado, ahora vale la pena releer este despacho publicado en la prensa mexicana apenas ayer: El papa Francisco reprobó el asesinato del sacerdote Gregorio López Gorostieta, quien fue secuestrado el pasado 21 de diciembre y cuyo cadáver fue encontrado el jueves.
El Pontífice expresó su “más sentido pésame” a las autoridades y fieles de la Diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero, y a la familia del párroco.
Las condolencias fueron enviadas al obispo de Ciudad Altamirano, monseñor Maximino Martínez Miranda, en un mensaje firmado por el secretario de Estado del Vaticano, Cardenal Pietro Parolin. “Profundamente apenado al recibir la triste noticia del asesinato del padre Gregorio López Gorostieta, el Santo Padre expresa su más sentido pésame a Vuestra Excelencia, así como al clero, comunidades religiosas y fieles de esa amada diócesis, a la vez que ofrece sufragios por el eterno descanso del sacerdote de Cristo, víctima de una injustificable violencia”, señala el texto.
“El Secretario de Estado del Vaticano también señala que el papa Francisco expresa “una vez más su firme reprobación de todo atentado a la vida y dignidad de las personas, exhorta a los sacerdotes y demás evangelizadores de la diócesis a proseguir con ardor su misión eclesial.
a pesar de las dificultades, siguiendo el ejemplo de Jesús, el buen pastor”.

La “firme reprobación”, a fin de cuentas no es contra la “injustificable violencia”, sino contra el Estado capaz de permitirla o incapaz de evitarla, como usted quiera.

En esas condiciones el Vaticano ya ha inscrito a México en la lista de sus observaciones constantes y pertinentes. El clima social, político y de violencia nacional no es materia de disimulo para este Papa cuyo estilo de hacer política es directo, abierto, audaz y franco.

Un enorme contraste con aquel otro estilo pontifical, de apariencias pastorales y de actitudes bondadodsas, aun cuando en el fondo se trate de lo mismo, la eterna, perfecta e invencible diplomacia vaticana:

Dos mil años de talento os contemplan. Esa es otra frase, y no de Buffon.