CROC pedirá desaparición de Comisión de Salarios Mínimos

La Confederación regional Obrera y Campesina (CROC) se pronunciará formalmente por la desaparición de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, por considerar que sus actuaciones en las últimas décadas se han revestido con un inocultable e in negable carácter pro-patronal.
Inmerso en la autocrítica, el secretario de Asuntos Económicos del Comité Estatal de la CROC, Raúl Arturo del Castillo, observó que tanto el presidente de dicha Comisión, Basilio González Núñez, así como los representantes obreros y patronales, perciben en su ejercicio de responsabilidad salarios ofensivos para la pobreza de la mayoría de los trabajadores de México.
Y es que el presidente de la CNSM percibe, por golpear la desequilibrada economía de los agentes de la producción de riqueza más importantes (los trabajadores), un ingreso superior a los dos millones de pesos y, en este tenor se encuentran también los representantes sindicales.
En su argumentación sobre la importancia de desaparecer la CNSM, Del Castillo García, quien ha sido nombrado recientemente Secretario General del Frente Político Nacionalista Revolucionario, adherido al Partido Revolucionario Institucional, puso en la mesa el pírrico incremento autorizado a los salarios mínimos, y los efectos negativos que de esta acción oficial –y apuntalada por la representación obrera y patronal—generará en el bolsillo de los trabajadores y en la economía nacional, ya que la cancelación del poder adquisitivo de los salarios obstruirá el sistema de reparto de la riqueza, obstaculizará las actividades comerciales y de prestación de servicios y repercutirá negativamente en la producción de bienes.
La desaparición de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, explicó el abogado, deberá traer apare jada la cancelación del régimen absurdo de las zonas económicas, ya que estas impiden el principio de la equidad y la proporcionalidad en las percepciones económicas y, por extensión, de bienes y servicios para los trabajadores de México, como se observa en la inequidad que existe entre los obreros de San Luis Potosí, en comparación con los de otras regiones económicas.
Mientras que en San Luis se paga un máximo de 120 pesos diarios, en otras latitudes de México, como en Baja California, los obreros ganan más del doble.
Estas políticas públicas encaminadas a la atención del sector empresarial y, en general de los patrones, ha interrumpido el desarrollo económico del país y han venido cancelando paulatinamente los derechos y conquistas laborales, la certidumbre de los trabajadores y sus derechos humanos.
El sindicalista dijo que ante estos negros escenarios, en cualquier momento, podría plantearse una convocatoria nacional, no ya por los sindicatos y sus liderazgos –que también se han, de manera innegable, visto sujetos a la corrupción, sino de los propios trabajadores a un paro laboral global.
De no ser así, llegará el momento en que los trabajadores tendrán que cobrar sus salarios en establecimientos que en porfiriato se conocieron como “Tiendas de Raya”, conculcándose así todos los derechos y con quistas históricas de los trabajadores de México.