«El Inframundo» y los hallazgos del 2014

El hallazgo de “Naia”, un eslabón de más de 12 mil años, más de 50 mil piezas en Teotihuacan en lo que expertos denominaron el “Inframundo”, así como el descubrimiento en Uxmal de una estructura enterrada debajo del Palacio del Gobernador, con el que se indica que dicha ciudad antigua puede tener más de mil 500 años, fueron algunas de las revelaciones más destacadas en este 2014.
En el año que concluye, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), enfocado a la conservación y difusión del patrimonio arqueológico, antropológico, histórico y paleontológico de la nación, registró un año de contrastes.
La zona arqueológica de Teotihuacan y el cenote de Hoyo Negro en Tulum, Quintana Roo, dieron de qué hablar, al igual que excavaciones, visitas virtuales a zonas arqueológicas, el rescate y restauración de monumentos históricos, así como la magna muestra “Códices de México, memorias y saberes” en el Museo Nacional de Antropología.
En el recuento de este 2014, destaca el trabajo exploratorio en la zona arqueológica de Teotihuacan, donde un equipo de arqueólogos encontró miles de objetos, piedras preciosas y figuras talladas en madera, de alto valor ocultos en el interior de un túnel que se extiende a lo largo de más de 100 metros justo debajo del Templo de la Serpiente Emplumada y al que ningún humano habría accedido en los últimos mil 800 años.
Tras varios años de trabajo, los investigadores del INAH pudieron revelar que las paredes y el techo se encuentran completamente salpicados de distintos minerales y piedras preciosas, con los que, según especulan los expertos, los teotihuacanos buscaron recrear el inframundo.
El tesoro encontrado, alberga más de 50 mil piezas arqueológicas con alto valor cultural y simbólico; el sitio del hallazgo, así como los objetos encontrados, datan del alrededor del año 250 d. C., y todo habría servido conjuntamente para investir a los miembros de la clase gobernante, tanto como para enterrarlos al momento de su muerte.
De acuerdo con el equipo encabezado por el arqueólogo Sergio Gómez, confían en poder dar con los restos mortales de algún dirigente hacia finales del 2015.
Otro de los hallazgos más sobresalientes fue “Naia”, el esqueleto más antiguo de América, hallado en el cenote Hoyo Negro en Tulum, Quintana Roo, y con el que expertos aseguraron que se convierte en el “eslabón que faltaba para confirmar el vínculo entre los primeros pobladores de América y los indígenas contemporáneos del continente”. Según especialistas, “Naia” tenía 15 o 16 años cuando murió y se refugiaba en una cueva donde quedaron restos de fogatas y cadáveres de animales. En dicho lugar que aparentemente servía de resguardo, había restos óseos de un tigre diente de sable, un perezoso, tapir gigante, cerdo de monte, oso, puma, entre otros animales. El hallazgo, resultado de años de una investigación realizada en México, Estados Unidos y Canadá fue dado a conocer por al INAH, institución que señaló que los primeros registros datan del 2007.
Templo Mayor
En cuanto a las labores que se realizan en el Templo Mayor en la capital, Carlos González González, director del Museo del Templo Mayor, el equipo encabezado por el arqueólogo Leonardo López Luján está en la búsqueda de la tumba real del octavo gobernante mexica: Ahuízotl.
Explicó que tal versión es parte de una hipótesis asociada con el monolito de la Diosa Tlaltecuhtli, pues se cree que ésta pudiera estar asociada con una tumba real, la de Ahuízol, el tlatoani que precedió a Moctezuma II.
Todo lo anterior se engloba entre lo más sobresaliente de las actividades realizadas por el INAH, por lo que se prevé que el 2015 sea un año enriquecedor.
Uxmal
En Uxmal se descubrió una estructura enterrada debajo del Palacio del Gobernador y cuyo hallazgo, reveló una antigüedad superior a lo que se creía el origen de esta ciudad maya. De tal forma, la ciudad de Uxmal podría tener más de mil 500 años de antigüedad. El arqueólogo José Huchim Herrera, encargado de los trabajos en la zona arqueológica, ubicada 78 kilómetros al sureste de Mérida, informó que durante las excavaciones en la consolidación de dicho edificio se encontraron con un arco del estilo Puuc Temprano, es decir, unos 200 años más antiguo que la arquitectura conocida de Uxmal. El Puuc Temprano está fechado entre 670 y 800 años d.C, en tanto que el arco superior está fechado para el año 970 d.C. Esto indica que en Uxmal hubo una ocupación más temprana de lo que se creía, con una arquitectura que no se conocía en esta ciudad maya.
Hidalgo
En abril a unos 30 kilómetros al sur de la Zona Arqueológica de Tula, Hidalgo fue encontrado un asentamiento teotihuacano que posiblemente data de entre 300 y 500 d.C., al parecer emplazado en este punto para controlar las minas de cal de la región, toda vez que con dicho material los prehispánicos elaboraban el estuco para cubrir sus edificios.
El sitio fue integrado al Catálogo de Registro Nacional de Sitios y Monumentos del INAH, con el nombre de Acoculco y está en proceso de estudio. Según la institución, los elementos arqueológicos que se localizaron consisten en vestigios de construcciones teotihuacanas, algunas hechas a flor de tierra y otras con patios y escalinatas para entrar a las habitaciones; ninguna edificación es monumental, más bien corresponden a un asentamiento de tipo habitacional con arquitectura que sugiere diferentes estratos sociales.
Zumpango
En agosto, especialistas en restauración del instituto descubrieron, mediante una radiografía que la escultura policromada del Cristo de la Paciencia, que se venera en Zumpango, Estado de México, posee piezas dentales y no de hueso de animal como era lo habitual para las tallas del siglo XVIII como ésta.
Según la restauradora Fanny Unikel, responsable del Taller de Restauración de Escultura Policromada de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), “es común que las esculturas tengan dientes, pero normalmente son de madera o huesos tallados individualmente o como una placa, pero en este caso tiene ocho dientes de un adulto, incluso se puede apreciar hasta la raíz”.
El hallazgo se logró mediante la radiografía tomada previamente, antes de emprender el trabajo de restauración del que fue objeto.
Guerrero
Mientras que en Chilpancingo, Guerrero, fueron descubiertos los restos fósiles de diversas especies del periodo Pleistoceno Tardío (11 mil años a.C.), entre ellos de bisonte (Bison latifrons) y de pecarí (Tayassu pecari), antepasado del jabalí, localizados por primera vez en esa entidad durante las excavaciones y el nivelado de un terreno, previo a la construcción de una vivienda en el poniente de dicha ciudad.
Después de la excavación, al analizar los fósiles se concluyó que las piezas dentarias, fragmentos de vértebras y huesos largos encontrados, pertenecen a diversos ejemplares de megafauna, sobresaliendo la presencia de los restos de bisonte, especie originaria del norte del continente.
Puebla
En esta ciudad un grupo de arqueólogos confirmaron el hallazgo de una trinchera histórica que sirvió de refugio al ejército francés durante la toma de la ciudad de Puebla en 1863, encontrada de manera fortuita durante los trabajos al Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP) para cambiar las tuberías de la ciudad.
Este hallazgo arroja la primera evidencia material de un hecho histórico muy relevante para Puebla y para el país, en tanto que las trincheras construidas para el asedio de la urbe en el siglo XIX están documentadas por los historiadores, pero es la primera vez que la arqueología tiene la posibilidad de explorar y registrar una de ellas.