Ejecutan a cura plagiado

El cuerpo del sacerdote Gregorio López Gorrostieta, «Goyito», fue encontrado ayer en el municipio de Tlapehuala, en la región de la Tierra Caliente, tan sólo a 20 minutos de Punga-rabato (Ciudad Altamirano), donde el lunes por la noche fue sustraído por sujetos armados del seminario donde daba clases.
La diócesis de Ciudad Al-tamirano confirmó que el cuerpo del presbítero fue localizado en la colonia Benito Juárez, de Tlapehuala, sobre la carretera federal Iguala-Ciudad Altamirano.
El cadAver presentaba un tiro en la cabeza
Ciudad Altamirano es el municipio más importante de la Tierra Caliente, una de las zonas, donde, de acuerdo con informes de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, se registran altos índices de criminalidad, por la pugna entre cárteles del crimen. La diócesis informó que el cuerpo del párroco, originario del Estado de México, sería velado anoche en la catedral de Ciudad Altami-rano.
El obispo de este muni-cipio, Maximino Martínez, según informó su par de la diócesis de Chilpancingo-Chi-lapa, Alejo Zavala Castro, no había informado de los hechos.
Los plagiarios nunca pidieron rescate por el sacerdote, según informó la diócesis de Ciudad Altamirano.
Gregorio López Gorrostieta era maestro de los seminaristas en Altamirano y originario del Estado de Mexico. Era un personaje muy conocido y querido en Tierra Caliente, de acuerdo con habitantes del lugar.
El sacerdote oficiaba misa en varias comunidades sobre el río Balsas; sin embargo, se dedicaba más a la docencia en el seminario.
El obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro dijo que esos hechos son muy lamentables, pues la violencia en la entidad ya alcanzó también a la iglesia.
Según Zavala Castro, durante el año han ocurrido varios hechos de violencia contra la iglesia, entre extorsiones, secuestros y asesinatos de sacerdotes, por lo que hizo un llamado a las autoridades para contener estos sucesos. Entre éstos, John Ssenyondo, sacerdote de origen ugandés, quien desapareció tras oficiar una misa en Chilapa, el 30 de abril fue asesinado y encontrado el 14 de noviembre. La identificación del cuerpo se logró a través de muestras odontológicas.
Iglesia de Guerrero condena asesinato de sacerdote
Las diócesis de Tlapa, la Arquidiócesis de Acapulco, la de Chilpancingo y Altamirano llaman a las autoridades para que la violencia cese y no toque a ningún estrato social
La iglesia católica en Guerrero lamentó el asesinato del sacerdote Gregorio López Gorrostieta, «Goyito», reclamó que no es el único cura asesinado y exigió que la violencia cese en Guerrero y este crimen no quede impune.
El obispo de Ciudad Alta-mirano (Pungarabato), Maxi-mino Martínez Miranda, informó que luego de los estudios periciales quedó claro que el cuerpo pertenecía al presbítero, secuestrado el 22 de diciembre y encontrado sin vida ayer sobre la carretera Iguala-Ciudad Altamirano.
Fieles, feligreses de Tierra Caliente, sobre todo de comunidades de Ciudad Altamirano y Tlapehuala, municipio aledaño donde fue hallado asesinado el padre, se congregaron desde anoche en la catedral calentana. Sin embargo, todavía al mediodía de este viernes los restos del sacerdote asesinado a balazos no habían llegado para que sus seguidores le dijeran adiós. Maximino Miranda dijo que el padre, que actualmente daba clases de Liturgia en el Seminario de Ciudad Altamirano y que había sido vicario de dicha catedral, no merecía morir por ningún motivo de esa manera, como no lo merece nadie.
‘Mi tocayo acusó a criminales por caso Iguala’: padre Goyo
El sacerdote católico Gre-gorio López Jerónimo, conocido como «Padre Goyo», condenó la muerte del clérigo Gre-gorio López Gorrostieta a manos de presuntos delicuentes.
En un mensaje que hizo llegar a Quadratín, López Jerónimo dijo que la muerte del sacerdote en Ciudad Altamirano, Guerrero, provoca que se sienta indignado y dijo que manifiesta su repudio ante el cártel de «Guerreros Unidos».
«Mi tocayo acusó a estos criminales en su homilía el pasado domingo 21 sobre los 43 estudiantes de Ayotzinapa, no obstante ante este abominable caso la iglesia católica seguirá alzando la voz y denunciando toda arbitrariedad y atropello de los derechos fundamentales», dijo el clérigo de Apatzingán.
Afirmó que el crimen organizado no ha podido corromper a la Iglesia Católica, por lo mismo realiza un posicionamiento de repudio ante tales hechos, por lo que pidió al gobierno federal dar con los responsables del homicidio del sacerdote de Ciudad Alta-mirano, Guerrero.
Cabe señalar que López Jerónimo ha alzado la voz contra el ex edil de Apatzingán, Uriel Chávez, y gran parte de los líderes de Los Templarios, además de impulsar las autodefensas en la zona de Tierra Caliente de Michoacán.

No obstante señaló: «Tampoco Cristo merecía morir en la cruz, pero así son las cosas cuando uno no alcanza a comprender lo que es divino y se limita solo a lo material».
Recordó que no es el único caso de ese tipo en la región. En 2008 el sacerdote Abacuc fue asesinado a sangre fría, dijo, así como «Goyito» de 39 años de edad, originario de Las Piñas, Estado de México.
Además, en fechas recientes, en San Miguel Totolapan, municipio también perteneciente a la Tierra Caliente de Guerrero, que colinda con Michoacán, a mediados de septiembre fue asesinado el presbítero José Ascención Acuña. De ambos se supo que los crímenes tuvieron que ver con el crimen organizado, pero nada más.
«Lo que pasa es que el presunto delincuente era parte de un cártel, se acercó a un feligrés para comentarle que se había equivocado, que confundió al padre con otra persona y que estaba arrepentido», contó en el caso de Abacuc, asesinado en el municipio calentano de Arcelia.
En tanto, el obispo de la diócesis Chilpancingo- Chilapa, Alejo Zavala Castro, externó que para la iglesia que ocurran estos hechos en tiempos violentos «nos causa una profunda indignación, un profundo dolor».
«No es la primera vez que esto nos ocurre, aquí en la diócesis han matado a dos y a otros los han secuestrado, pero los dejaron libres», expuso.
El caso más conocido de dicha diócesis es el de John Ssenyondo, sacerdote de origen ugandés de 55 años de edad, encontrado en fosas clandestinas el 29 de octubre de este año, en la comunidad de Ocotitlán, en Zitlala, municipio aledaño a Chilapa, donde el cura oficiaba misa, en la región de la Montaña.
Zavala aseguró que no han realizado denuncias penales, porque no se imaginaron que «nosotros estando en la fe, en el evangelio nos pasaran estas cosas. No entiendo por qué pasan estas cosas, no entiendo por qué contra la iglesia».
Además, informó que la iglesia está consternada por los hechos, las diócesis de Tlapa, la Arquidiócesis de Acapulco, la de Chilpancingo y Altamirano hacen un llamado a las autoridades, para que la violencia cese y no toque a ningún estrato social ni sector alguno.
Peritos guerrerenses constataron que sus restos se encontraron en una de las fosas clandestinas descubiertas en Zitlala, municipio aledaño a donde oficiaba misa, Chilpa, en la región de la Montaña.
En septiembre, en el municipio de San Miguel Totolapan, aledaño a Altamirano, fue asesinado el sacerdote Ascencio Acuña Osorio. Según Zavala Castro, durante el año han ocurrido aislados hechos de violencia contra la iglesia, entre extorsiones, secuestros y asesinatos de sacerdotes, por lo que hizo un llamado a las autoridades para contener estos sucesos.
El municipio de Pungarabato forma parte del Operativo Especial de Seguridad de Tierra Caliente, el cual consiste en la presencia de fuerzas federales en 22 alcaldías de la región, a partir del pasado 3 de diciembre.

 

 

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