Solicita Arquidiócesis apoyo para albergue y centro atención por VIH

La arquidiócesis de San Luis Potosí, a través de la congregación monacal de la Madre Teresa de Calcuta, solicitó la donación de un predio para la construcción de un albergue y centro de atención destinado a las personas que padecen del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Lo anterior fue confirmado por el Arzobispo Jesús Carlos Cabrero Romero. Esclareció que el proyecto de las religiosas, caracterizadas por su vocación de caridad y su abnegación para la atención de personas afectadas por enfermedades contagiosas y terminales tiene como enfoque particular la atención de la niñez afectada por el Síndrome de la Inmunodeficiencia Humana (SIDA).

El jerarca de la Iglesia Católica Potosina expresó su beneplácito para esta iniciativa de las religiosas y consideró que tales iniciativas abren el corazón a la esperanza y honran la memoria de la fundadora de esta congregación, la Madre Teresa de Calcuta.

La iniciativa contempla la ampliación de la Casa de Asistencia administrada por la congregación de hábitos azul celeste y blanco.
Pronto “las madres” de la congregación de Teresa de Calcuta, vieron este problema, de los niños y adolescentes que se encuentran infestados con el virus del SIDA, seropositivos y que comienzan a manifestar los síntomas de esta terrible enfermedad.

Considerando que se encuentran permanentemente expuestos, estos pequeños y estos adolescentes requieren de espacios de atención más seguros, más cómodos y más permanentes, de ahí que se haya contemplado la importancia de ampliar las instalaciones actuales de la Casa de Asistencia.

Se trata dijo el Arzobispo, de una labor muy bonica y de un compromiso humano, profundo y encomiable; son iniciativas que alientan y al mismo tiempo comprometen, como lo es también la causa que apoya a las personas que son afectadas por diferentes clases y tipos de cáncer y que carecen de recursos para atenderse sus enfermedades.

El Arzobispo destacó que la arquidiócesis respaldará absolutamente estas iniciativas a favor de los grupos y sectores de la comunidad más vulnerables, afectados por la enfermedad, la pobreza y el abandono, reducidos al olvido pero que mantienen viva la llama de la esperanza.
No así, dijo el Arzobispo, son los casos de la violencia que se cierne sobre la sociedad, y entre ellos, el secuestro y posterior asesinato de un sacerdote arrancado de su templo por desconocidos en el estado de Guerrero, recientemente.