México ha tenido que importar un volumen de gasolinas superior a todo lo que produce el país en el Sistema Nacional de Refinación (SNR), el cual está integrado por las seis refinerías que opera Pemex: Tula, Salamanca, Madero, Cadereyta, Salina Cruz y Minatitlán, debido a la caída de la producción de petróleo crudo y sus efectos sobre el suministro interno.
De acuerdo con información de Pemex, en octubre de este año se alcanzó el máximo nivel de compras externas de combustibles automotrices (en sus tipos Magna y Premium), 419 mil barriles diarios, por cuales se pagaron mil 521.7 millones de dólares. Cada barril de gasolina traído del exterior tuvo un valor promedio de 117.1 dólares a la paridad de ese mes (13 pesos por dólar), según los reportes de la empresa productiva del Estado.
En ese mes, las seis refinerías que producen gasolina lograron colocar en el mercado 381.4 mil barriles diarios, es decir, 37.6 mil barriles menos de lo que se importó cuando la demanda continuó al alza.
En el mercado interno, cada barril de gasolina vendido —nacional e importada— tuvo un precio promedio de 120.6 dólares.
El problema, de acuerdo con la más reciente información oficial, es que la producción de petróleo en México sigue en picada y llevó a Pemex a incumplir las metas previstas de 2014.
En los primeros 15 días de diciembre, el volumen de extracción de crudo promedió 2 millones 355 mil barriles por día, el más bajo registrado en todo el ejercicio, y de continuar esta tendencia en lo que resta del mes México estaría cerrando 2014 con una baja en la producción de petróleo crudo de 3.6% con relación a la plataforma que aportó el año pasado.
En 2013, según los reportes operativos de la petrolera, de yacimientos en tierra y mar se lograron extraer un promedio diario de 2 millones 522 mil barriles diarios. Este año el promedio será de 2 millones 429 mil barriles.
El comportamiento de la producción de aceite ha tenido efectos significativos en el mercado interno, pues su baja se vio reflejada en una menor distribución de crudo para el Sistema Nacional de Refinación.
En julio de este año, Pemex Exploración y Producción envió a las refinerías un millón 232 mil barriles diarios para procesar derivados como las gasolinas. Para octubre, los embarques al SNR se redujeron a un millón 85 mil barriles por día, una caída de 11.2% en ese periodo.
Con menor volumen de crudo nacional para procesar, México reportó una baja de la producción de gasolinas de -5.3% entre agosto-octubre, según cifras oficiales recientes.
En esos meses, el consumo aumentó 2.5%, que fue compensado con mayores compras externas, que alcanzaron 419 mil barriles diarios en octubre; sumados a la producción nacional se logró cubrir una demanda de 778.3 mil barriles diarios.
Otro de los efectos directos sobre la caída de la producción de petróleo crudo tuvo que ver con que México exportó un volumen promedio de crudo menor a la meta prevista para este año que era vender un millón 170 mil barriles diarios en promedio.
De acuerdo con técnicos de Pemex, la baja de la plataforma de producción de petróleo y gas tiene que ver con la declinación natural de los campos petroleros, los cuales al paso del tiempo maduran y los niveles de extracción se van reduciendo paulatinamente.
El yacimiento que ha declinado de manera acelerada es Cantarell, donde Pemex ha obtenido la mayor parte de la producción y excedentes para exportar en los últimos 30 años.
Este activo redujo su producción notablemente de 354 mil barriles diarios en enero de 2014 a 276 mil barriles hacia el 14 de diciembre del año, lo que representa una caída de 22%.
