Mons. Cabrero oficiará misa de Nochebuena en Catedral

La llamada Misa de Gallo –o también de la aurora—, dejó de celebrarse entre los años 2007 y 2008, cuando la inseguridad se disparó en el país como consecuencia de la política del gobierno federal encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, consistente en encarar con fuerzas militares a los carteles de la droga y el sicariato.
Este año, la Misa de Gallo, encabezada por el arzobispo Jesús Carlos Cabrero, en la Catedral potosina, no será la excepción, al programarse para las 20:00 horas.
Se trata, además de una de las cuatro misas de Adviento o Navidad y es que la solemnidad de la celebración de este acontecimiento inicia, según la liturgia, desde la tarde anterior.
La misa de medianoche, se celebra también con el nombre de Misa de Los Pastores, para recordar que fueron estos los primeros en tomar conocimiento del nacimiento de Jesús y en acudir a presentarle sus respetos al humilde pesebre.
Otro de los nombres con los que suele conocerse esta misa de medianoche es el de “Misa de Aguinaldos”, debido entre otras cosas a la presencia de la música y los coros.
También es prudente recordar al feligrés que desde hace algunos años esta misa “de Gallo” se viene celebrando al filo de las 22:00 horas en la Basílica de San Pedro, en Roma, celebrada por el Papa.
La liturgia se deprende del Salmo 95:1-3, 11-13 que destaca “Hoy nos ha nacido El Salvador. Cantemos al Señor un canto nuevo, que cante al Señor toda la Tierra; cantemos al Señor y bendigásmolo. Hoy nos ha nacido El Salvador. Proclamemos su amor día tras día, su grandes anunciaremos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas (…)”.
Inicia con la lectura del Libro de Isaías: “El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en la Tierra de sombras, una luz resplandeció”.
Los Evangelios que hoy comunicará el obispo, provienen de san Juan, quien refiere que “En el principio ya existí a La Palabra, y la palabra estaba junto a Dios, y la palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios, por medio de la palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió (…) y la palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: Gloria propia del hijo único del hombre, lleno de gracia y de verdad (…)”.
Así se canta, entonces, el Adeste Fideles. De la virgen ha nacido y Esta es la noche de Dios, son algunos de los villancicos infaltables en la celebración y tienen lugar en la Eucaristía, la presentación de ofrendas y al final de la Eucaristía.
Durante la homilía, el sacerdote que la preside (en este caso el obispo) ofrece a los feligreses un mensaje de navidad, sus deseos y consejos para iniciar con fe, y en el marco de los valores católicos y humanos, el nuevo año litúrgico.