México, ¿un mejor país?

A unas horas de celebrar el ritual de la Navidad y en esta época en que los buenos deseos se expresan entre familiares, amigos y hasta enemigos, donde se convoca a la reflexión y al cambio de actitud para lograr una convivencia sin conflictos y en armonía, considero que debería expandirse el sentimiento hacia la construcción de una mejor sociedad y, en consecuencia, un mejor país.
Tomás Moro acuñó en el siglo XVI el término ‘utopía’ en una obra del mismo título en la que imaginó una isla desconocida en la que se llevaría a cabo la organización ideal de la sociedad. Cinco siglos después, como escribió Octavio Paz, sigue siendo el sueño de la razón; la aspiración de millones de personas en cada nación.
En nuestro convulso México, la utopía de vivir en paz y seguro se ha transformado en los últimos meses en una exigencia ciudadana impostergable, que no admite más excusas y demanda resultados inmediatos. El hartazgo y el horror rebasaron los límites del agravio.
Noticias como las de las mil cien fosas clandestinas ligadas al crimen organizado contabilizadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de 2009 a la fecha confirman la magnitud de la tragedia que vivimos. México se ha convertido en un país sepulcro; los hallazgos involucran a más del 90 por ciento de las entidades federativas.
Pasamos de ser el cuerno de la abundancia, como calificó Alexander von Humboldt a nuestra nación por su forma y riqueza, a un territorio donde se escarba y se encuentran restos óseos de personas desaparecidas, sabrá Dios cuándo, dónde y por qué. ¿Éste es el país en el cuál queremos vivir y heredar a nuestros hijos?
Dentro de ocho días inicia un nuevo ciclo, el 2015, y con ello la oportunidad de construirnos como mejores personas y aportar desde nuestro entorno familiar, vecinal, escolar, trabajo, amigos nuevas ideas y esquemas de convivencia; pasar de la protesta a la propuesta. Hagamos de la indignación y el agravio las herramientas que transformen a nuestras autoridades e instituciones y las saquen de la indolencia en que se encuentran.
La procuración e impartición de justicia es tarea de ciudadanos y autoridades, como advirtió hace unos días María Elena Morera, presidenta de Causa en Común, al señalar: “Sabemos que existe un ciclo de corrupción, simulación e impunidad que impide que tengamos cambios de fondo en nuestro país. Si no logramos cambiar esta ecuación, no tendremos policías profesionales, ni ministerios públicos o tribunales honestos, ni un sistema judicial que nos permita construir un verdadero estado de derecho”, dijo.
En efecto, debemos combatir estos cánceres estructurales que atentan contra la seguridad nacional y tienen su origen en la pérdida de valores y la destrucción del tejido social en casi todo el país. Basta ver lo sucedido en Guerrero, Morelos, Michoacán, Tamaulipas, Oaxaca y otros estados donde el crimen tomó el poder en sus tres niveles de gobierno.
Llegó la hora de poner fin al paternalismo en todas sus expresiones. El trabajo conjunto entre ciudadanos y autoridades nos permitirá tener un mejor país. Sigue viva la esperanza del cambio.
Vericuentos
Balance legislativo: Gamboa
Luego de los jalones y estirones registrados entre las fuerzas políticas en el Congreso, al cierre del 2014, el senador del PRI, Emilio Gamboa, destacó la aprobación de cuatro reformas constitucionales como la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, con la cual, dijo, se saldó una deuda pendiente del Estado mexicano con este sector. En su balance, el legislador admitió que aún hay pendientes que “llaman a privilegiar la política”. Vaya que sí, pues no hay que perder de vista el 7 de junio de 2015.
Mujeres indefensas
Por cuestiones culturales, legales y de orden económico, las mujeres en nuestro país aún son víctima de discriminación y abuso. Las que laboran en el campo conocen de esta marginación, pues no tienen la oportunidad de ser propietarias legales de la tierra que trabajan. La senadora del PRI Mely Romero denunció que al darse una alta migración de los hombres, ellas asumen la responsabilidad de hacer producir la parcela, pero sólo 1.2 millones, de las 13 millones de mujeres que viven o trabajan en la tierra, tienen título de propiedad, lo que les impide tener acceso a apoyos económicos y programas gubernamentales. Aquí un reto interesante para la Secretaría de la Reforma Agraria en 2015.
Al cierre de este 2014, la situación en el país demanda un golpe de timón y todo parece indicar que de esta semana no pasará, como declaró el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong: “Se tienen que hacer acciones, se tiene que modificar lo que no está caminando bien, y se tienen que tomar decisiones que modifiquen completamente este escenario respecto a donde hay debilidad del Estado mexicano, donde hay debilidad particularmente en los municipios”, dijo.
En efecto, urge restablecer el orden en materia de procuración e impartición de justicia, que se ha convertido en un obstáculo para millones de ciudadanos indefensos y en un negocio rentable para quienes tienen la responsabilidad de cuidarnos y defendernos, pues se han dedicado a lucrar con este derecho constitucional, o bien, se han vuelto aliados de los enemigos del Estado.
La organización civil Causa en Común, que preside María Elena Morera, reveló que después de vencer la segunda prórroga para la evaluación del total del personal de seguridad pública del país, más de 42 mil integrantes de las policías estatales reprobaron la prueba de control de confianza y siguen en funciones porque no se les ha dado de baja de sus corporaciones en 17 estados.
¿Cómo explicar este fenómeno? Millones de mexicanos han visto vulnerados sus derechos y se han convertido en los olvidados del gobierno en sus tres niveles. El estudio “Pocos avances y muchos pendientes en las policías de México”, un semáforo del desarrollo policial, de Causa Común, precisa que las entidades peor calificadas son Zacatecas, Baja California Sur, Tlaxcala, Nayarit y Michoacán.