Tropas kurdas entran en Sinyar tras choques con el EI

Las tropas kurdas «peshmergas» han logrado entrar en la ciudad de Sinyar, 120 kilómetros al oeste de Mosul, tras tres días de duros enfren-tamientos con los combatientes del grupo yihadista Estado Islámico (EI).
El dirigente del Partido Democrático del Kurdistán (PDK) iraquí, Mohiedín al Mazuri, declaró a Efe que los peshmergas lanzaron una ofensiva contra Sinyar por tierra, con tanques y artillería pesada, mientras los aviones de combate de la coalición internacional, liderada por EEUU, les ofrecían cobertura aérea bombardeando posiciones y escondites del EI.
Las fuerzas kurdas rompieron el asedio impuesto por los yihdistas al monte Sinyar hace dos días, en el marco de una amplia ofensiva en la que participan unos 8.000 militares kurdos.
Para llegar a la ciudad de Sinyar, los peshmergas comenzaron su ofensiva en Dahuk, una de las tres provincias de la región del Kurdistán iraquí.
Después, se dividieron en dos columnas, una avanzó de norte a sur por la ciudad fronteriza con Siria de Rabea, y la otra por el este desde la región de Zemar, ambas en la provincia de Nínive.
«La ciudad de Sinyar se encuentra asediada por todos los flancos por los pesh-mergas», añadió Al Mazuri. Sin embargo, las fuerzas kurdas solo han logrado entrar en dos barrios de la ciudad, el de Al Shohadá y el de Peshmerga, en el sureste de la ciudad.
Hasta ahora no han logrado penetrar en más zonas por las minas y los artefactos explosivos colocados por los combatientes del EI en los alrededores de Sinyar, así como en las instituciones gubernamentales de la ciudad.
Por otra parte, Al Mazuri, afirmó que al menos 135 elementos del EI murieron y otros 40 resultaron heridos desde que empezó la ofensiva el miércoles pasado, mientras que entre las filas kurdas murieron siete combatientes y 16 resultaron heridos. Los yihadistas, que han controlan Sinyar desde el pasado agosto, cuentan en algunas zonas con el respaldo de tribus suníes, que desconfían de las autoridades chiíes y sus milicias, mientras que otros clanes colaboran con el Ejército iraquí y han sido blanco de ejecuciones masivas a manos de los extremistas.