Paquistán ejecuta a otros 4 condenados por terrorismo

Cuatro condenados por terrorismo, entre ellos un ciudadano ruso, fueron ejecutados hoy en una prisión de Faisalabad, en el este de Pakistán, después del levantamiento de la moratoria de ejecuciones tras el sangriento asalto a una escuela.
Los cuatro presos ahorcados, entre ellos el ruso de padre pakistaní Akhlaq Ahmed, estaban condenados por un ataque suicida contra el expresidente pakistaní Pervez Musharraf, según recoge el diario local Dawn.
Los otros tres ejecutados junto a Akhlaq Ahmed en una cárcel del distrito de Faisalabad, en la provincia de Punyab, fueron Zubair Ahmed, Rasheed Qureshi y Ghulam Sarwar Bhatti, condenados por el atentado en 2003 con dos coches bomba contra Musharraf que causó 16 muertos. La ejecución se produjo con un amplio dispositivo de seguridad alrededor del centro penitenciario, similar al que se prepara en la prisión central de Lahore, capital de la provincia, donde están previstas otras cuatro ejecuciones para los próximos días, según este medio.
El viernes fueron ejecutados también en Faisalabad otros dos condenados por el ataque contra Musharraf, en las que fueron las dos primeras ejecuciones tras anunciar el primer ministro pakistaní, Narwaz Sharif, el levantamiento de la moratoria sobre la pena capital vigente desde 2008.
El Gobierno de Pakistán anunció la ejecución de 17 condenados por terrorismo tras el sangriento ataque del martes a una escuela en Peshawar (noroeste) en el que murieron 132 niños y doce profesores, reivindicado por el principal grupo talibán pakistaní, el TTP.
Un tribunal de lucha contra el terrorismo ordenó ayer la ejecución mañana en la prisión de la ciudad de Sukkur (sureste) de dos de miembros de otro grupo terrorista, Lashkar-e-Jhangvi.
Siete civiles entre los 49 muertos en Afganistán
Al menos 49 personas murieron, entre ellas siete civiles, por la explosión de una bomba y en enfrentamientos entre Fuerzas de Seguridad e insurgentes en Afganistán, informaron hoy a Efe fuentes oficiales.
Los siete civiles, entre ellos niños y ancianos, fallecieron al explotar un artefacto explosivo improvisado al paso del vehículo en que viajaban hacia las 17.00 horas (12.30 GMT) de ayer en la provincia de Kunar (este), dijo el portavoz del gobernador provincial, Abdul Gani Mosamem.
La explosión se produjo en la zona de Sangar Gosha del distrito de Nari cuando circulaban en un vehículo procedente de la capital de la provincia, Asadabad, afirmó el portavoz.
Los atentados suicidas son, junto a los artefactos explosivos improvisados (IED, en inglés), los métodos más recurrentes de los talibanes para atacar a las fuerzas afganas e internacionales, aunque en la práctica causan un elevado número de víctimas civiles.
El número de víctimas civiles en el conflicto afgano ha aumentado entre enero y noviembre un 19 % con respecto a 2013 y supera los 3 mil muertos y 6 mil heridos, según datos de la ONU. En el distrito de Quash Tapa en la provincia de Jawzjan (noroeste), fallecieron siete policías y cinco supuestos insurgentes en el ataque de unos 300 talibanes a un puesto de control policial, que las Fuerzas de Seguridad consiguieron repeler tras dos horas de enfrentamientos.
Otros doce supuestos talibanes resultaron heridos tras el ataque al puesto en que se encontraban una veintena de policías, que recibieron refuerzos para repeler la ofensiva de los insurgentes, aseguró el jefe provincial de Policía, Faqir Mohamed Jawzjani.
Las operaciones que mantienen las Fuerzas de Seguridad afganas en varias partes del país acabaron con la vida de 28 supuestos insurgentes, mientras que dos uniformados murieron, en las últimas 24 horas. Los combates prosiguen por octavo día en el distrito de Dangam de la provincia de Kunar, desde que el pasado domingo unos mil 200 insurgentes afganos y pakistaníes lanzaran ataques coordinados contra puestos de seguridad en esta zona.
Afganistán atraviesa uno de los momentos más complicados desde la invasión de Estados Unidos y el final del régimen talibán hace trece años, con un aumento en los últimos meses de los ataques insurgentes cuando está a punto de finalizar el 31 de diciembre la misión de la OTAN, la ISAF.
No obstante, Estados Unidos prevé mantener unos 10.800 soldados y la Alianza Atlántica entre 3 mil y 4 mil militares, con un nuevo rol de asesoramiento y equipamiento de tropas afganas.