No despierten al tigre dormido! Es una frase que se acuñó en México hace poco más de un siglo y la utilizaron refiriéndose a la injusticia y a la corrupción que existía, lo mismo que ahora, durante el porfiriato en donde también al igual que hoy surgieron de la desesperación grupos que se autodenominaban anarquistas como los grupos que encabezaron los hermanos Flores Magón.
Entonces surgieron periódicos clandestinos como “El Hijo del Ahuizote” “Regeneración” en el que escribían Camilo Arriaga, Juan Sarabia, Ricardo y Jesús Flores Magón.
Hoy con la tecnología contemporánea se han creado otro tipo de publicaciones como los llamados periódicos virtuales, pero que son lo mismo en su contenido, en su intención, en su valentía.
El tema es exactamente el mismo, por ejemplo, en una publicación del 2 de abril de 1903 en El Hijo del Ahuizote se lee: “Nuestro gobierno caminando por la senda de un lamentable extravío político lleva a la nación por ese mismo camino que es un camino de muerte y toca a los hijos de salvar de la muerte a esa madre que es la patria”.
Y despertó el tigre, y derrocó al gobierno de Porfirio Díaz y en esa lucha surgieron grandes traidores, asesinos como el General Victoriano Huerta.
Pero a la par de sus acciones de traición y asesinatos surgieron frentes por todo el país, lo mismo que sucede ahora.
Y aunque no todos coincidían porque Francisco Villa no coincidía con Carranza por ejemplo, todos lucharon por una misma causa: instituir un gobierno para México que pudiera brindar seguridad, que no la había al igual que ahora, progreso y el rescate de los pobres que era la mayoría de los mexicanos al igual que ahora.
Este es otro fragmento de otra publicación de 1903: “¿Hay igualdad en nuestro país? No. El capitalista y el alto funcionario, ya sea civil o militar, no son tratados en México igual que el obrero humilde o cualquier otro miembro del pueblo. Los empleados arrastran una vida de humillación y miseria”.
Este texto publicado hace 111 años tiene vigencia y se manifiesta hoy en las redes sociales de diferente manera. Y esto es porque el tigre que estaba dormido, que es el pueblo oprimido, está despertando.
Hoy los jóvenes se incorporan a la sociedad productiva sin ninguna esperanza de progreso, ya que los sueldos que les ofrecen son raquíticos no teniendo la oportunidad al igual que en 1903 de planificar o proyectar hacer una familia.
En el aspecto político en 1904 publica el periódico Regeneración: “En los comicios no triunfa el candidato de virtudes cívicas, triunfa el capitalista o el impuesto por la autocracia y que pueda ser útil a esta, el sufragio es un cadáver. ¿Hay libertad en nuestro país? No.”
Estos textos escritos en El Hijo del Ahuizaote y en el periódico Regeneración por Ricardo Flores Magón tienen una vigencia escalofriante y digo escalofriante porque enseguida vino la revolución armada de 1910.
En aquel tiempo surgen los llamados anarquistas que eran jóvenes intelectuales y obreros que se preguntaban ¿falta dinero para la educación del pueblo…si…pero no falta para el militarismo y la fuerza pública, tampoco falta para los poderosos…no falta para todos los parásitos del país.
¡Cuánta verdad y cuanta similitud existe con nuestra época! Por ello cabe repetir la frase que se hizo famosa durante el gobierno de Porfirio Díaz: “No despierten al tigre dormido” y hoy en México el tigre dormido, que es el pueblo, está volviendo a despertar para reclamar lo que le corresponde.
