«Pese a adeudo, avanza propuesta cultural»: Conaculta

A dos años de administración, Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), reconoce que se han dedicado a subsanar los pendientes del pasado gobierno, particularmente de las obras, cuyos avances, acepta, no han sido los deseados; pero, dice, prefiere «no criticar» a su antecesora, eso se lo deja a los «especialistas».

Además, no sólo se ha dedicado a terminar lo hecho por Consuelo Sálazar, también la gran obra de Sari Bermúdez, durante el gobierno de Vicente Fox: la llamada Megabiblioteca, de la que finalmente se han erradicado las goteras y en la que se invirtieron 2 millones 500 mil pesos para obras como impermeabilización. Aunque todavía está pendiente el jardín botánico y la cafetería.

Pese a estos pendientes ha logrado, dijo, conseguir avances en su propuesta cultural, especialmente en la agenda digital, una de las prioridades de su gobierno.
«Estas cosas no nos hubieran sucedido (los pendientes) si hubiéramos recibido las obras terminadas», dice.

Así, Tovar y de Teresa ejemplifica: «El Centro Cultural Elena Garro tenía problemas como goteras y en el elevador, pero ya está cien por ciento terminado. En el caso de la Ciudadela todavía faltaban obras como la hemeroteca, el fondo reservado, etcétera, pero ya tenemos los recursos para poderlos terminar, que son de 108 millones de pesos, con esto ya saldamos el asunto.

«Lo íbamos a acabar este año, pero no pudimos porque no había un proyecto para el Centro de la Imagen y tuvimos que hacer un nuevo proyecto de ampliación. Es paradójico que yo inauguré esa obra, la cerraron y ¡soy yo el que la tiene que volver a abrir! Eso es mucho dinero», cuenta.

Y agrega: «Ya no quiero decir cuándo lo acabamos, sólo diré que será en el transcurso de 2015. ¡Créame que los más interesados en acabar somos nosotros! En el caso de la Cineteca, no me voy a meter a criticar, eso que lo hagan los expertos, pero había baños insuficientes, los pasillos son muy estrechos para un momento de emergencia».

Sobre las decisiones de su antecesora, se detiene en otro punto: no habrá más adquisición de bibliotecas personales, a menos que se encuentre con un caso «verdaderamente excepcional». Sin embargo, le interesa adquirir acervos personales y digitalizarlos para que estén a la disposición de investigadores. Por ahora está en pláticas con la familia de José Luis Martínez y ya existe un primer acercamiento con la viuda de Salvador Elizondo.

«Cuando alguien quiera conocer más sobre Carlos Monsiváis, le resultará más interesante ver sus archivos que saber qué libros leyó o compró porque no necesariamente los libros que tenía los leyó, una gente culta tiene en su biblioteca promesas para leer cuando haya tiempo».

Falta de recursos impide avance. Al funcionario se le advierte que no ha habido un incremento considerable en el presupuesto para el subsector, como se esperaba, y que se han dedicado recursos para resolver un endeudamiento que ascendió a 500 millones de pesos.

Al respecto, ataja: «¿Usted cree que todo esto es agradable para mí? En 2013 y 2014 hemos dedicado recursos para cubrir adeudos de 2012, eso necesariamente reduce la capacidad de maniobra. ¡Y sin embargo hemos hecho muchísimas cosas!».

Así, asegura que se ha podido avanzar en su propio proyecto cultural. Uno de los que más le entusiasman al funcionario es la Agenda Cultural Digital y presume la librería virtual con más de 125 mil títulos accesibles a compradores, en las que se incluyen descargas gratuitas.
«Para mí hubiera sido muy sencillo llegar y hacer dos o tres obras muy sonoras y que a lo demás se lo lleve el diablo, pero hacer eso es de una absoluta irresponsabilidad», dice.

Finalmente, advierte, en los últimos meses, a nivel federal se han enfrentado a temas complicados, pero desde su trinchera se ha garantizado que la comunidad cultural ejerza su crítica con libertad.

«Aquí nadie está por protagonismo ni por necesidad de tener una chamba, sino que todos tenemos el gusto de trabajar en la parte cultural y eso nos da mayor objetividad para poder movernos. Y si aparte se tienen recursos para hacer lo que se cree conveniente, es lo que más satisfacción me da.

«Pertenezco a un gobierno y asumo todas las consecuencias, pero también uno ayuda al gobierno para el que sirve si no pierde su espíritu crítico ni su convicción de que la cultura es un espacio de libertad, esto es mi principal objetivo. En estos últimos meses se ha ejercido la crítica y no estamos siendo irrespetuosos con las instituciones ni poco solidarios, pero sí tenemos que oír a la comunidad», asegura.

Hace un año se especuló que entre el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet, y Tovar y de Teresa había una relación difícil. Hoy, el titular de Conaculta asegura que se ve terminando el sexenio.

«Me veo en este gobierno desde cualquier trinchera cultural, desde el lugar que tenga que estar. Sé que quiero seguir leyendo, y sé que quiero seguir escribiendo, voy a seguir escuchando música y los temas culturales son parte de mi vida. Si sigo o no como presidente del Conaculta no es una decisión que dependa de mí», dijo.

El funcionario reconoció que durante estos dos años ha vivido tiempos difíciles «como cuando no fluyen las condiciones materiales». Y advirtió que en el momento que no haya imaginación para resolver las necesidades, será inútil continuar al frente de la dependencia cultural.