Ciudadanos Observando reclamó de las autoridades estatales una mayor responsabilidad y congruencia en el diseño y aplicación de políticas públicas para la atracción de inversiones, la generación de empleo y el impulso real al desarrollo.
La asociación civil potosina indicó que hasta ahora el discurso de la detonación económica de San Luis Potosí se ha quedad en eso: en un discurso. El asentamiento de factorías no se ha traducido, sino escasa e insuficientemente en la creación de empleos para los potosinos y, los pocos empleos en que se han traducido estas inversiones y asentamientos empresariales no se han significado por la suficiencia de su poder adquisitivo; esto es, se han generado empleos precarios.
José Guadalupe González, vocero de la asociación civil, llamó la atención al respecto de los salarios que otorga la empresa automotriz General Motors en sus plantas del Estado de México, Coahuila y San Luis Potosí.
El salario que se paga en la planta del Estado de México, de acuerdo con datos proporcionados por la Fundación Friederich Ebert Stiftung, son del orden de 9 mil 657 pesos, mientras que los que se pagan en la planta de Coahuila sin de 8 mil 088 pesos, mientras que en San Luis Potosí son de 6 mil 519 pesos.
Dijo que estos diferenciales, que implican para los potosinos un salario inferior en 3 mil pesos al pagado en el Estado de México, se ven agudizados más aún cuando las empresas presionan a las autoridades estatales para la aplicación de recursos millonarios en sus instalaciones y en materia de infraestructura y con los que no se produce un solo empleo adicional.
Además se mantienen claras las desventajas en la condonación de impuestos que favorecen a las empresas; en el hecho de que para San Luis Potosí, estas son subsidiarias ya que la matriz ubica su domicilio fiscal en otra entidad diferente, en donde aplica la derrama de recursos por la vida fiscal.
Por otra parte, los potosinos tenemos décadas escuchando el discurso de que se generarán nuevos empleos, remuneradores, directos e indirectos y que impactarán positivamente en el crecimiento de la calidad de vida de los potosinos y de la economía estatal, sin que esto, hasta ahora se haya consolidado.
La realidad que prevalece es esta: los trabajadores de San Luis Potosí han sido invariablemente objeto de sacrificio, obteniendo los sueldos más bajos de los distintos ramos de producción como consecuencia de la ausencia de políticas públicas de inversión locales y, también, por la presencia de organizaciones presuntamente laborales que medran con los trabajadores ofreciendo a las empresas contratos de protección.
De hecho, y con respecto a la transnacional alemana, BMW, Ciudadanos Observando aseguró que, con las aportaciones públicas que se han realizado para la “atracción, enganche y arraigo” de la planta automotriz, cada empleo directo que esta genere le costará al erario alrededor de 2.3 millones de pesos, al entregarse a esta empresa 3 mil 500 millones de pesos que, aplicados en el financia-miento a los emprendedores potosinos tendrían un mayor rendimiento de productividad y generación de los empleos que requieren miles de egresados de las distintas escuelas de capacitación y formación profesional.
