La actriz presentó su libro Dulce Amargo
En un proceso de decidir su propio camino y la elección de proyectos con los que tenga paz y que al mismo tiempo la hagan crecer y enfrentarse a nuevos retos es como Dulce María enfrenta su presente.
Recordando su adolescencia y enfocada a su persona es que reflexiona sobre el bullying que se debe a la crítica por no ser «normal» conforme a la mayoría y sabe que pasa en todos lados como en el trabajo, la escuela o incluso su propio ámbito donde tuvo que luchar con el físico.
«Todas son operadas porque así tiene que ser. Creo que mi mayor logro fue aceptarme y estaré mal o no pero soy yo, después de 24 años de estar en este medio no he sacrificado lo que era por encajar», confió en la conferencia de prensa de reedición de su libro Dulce Amargo, editado por la editorial Urano bajo el sello Indicios.
Dirigido a adolescentes, pues retrata periodos de su vida desde los 11 a los 20 años, sumó un material extra en la edición que contiene sus propias ilustraciones y un diseño de arte por parte de Marco Bautista.
«Si eres una imagen pública ven tu vida perfecta y que estás frente a la cámara o en un escenario pero poca gente abre su corazón para decir que vivió cosas difíciles o hasta peores que tú, pero para mí era acercarme a ellos (los fans)».
«Lo adapté a lo que he aprendido con los años; ahora doy un mensaje más completo de lo que en ese entonces quise decir. Hay momentos en la adolescencia donde me quería comer el mundo porque todo lo sientes más intensamente y de repente creces y se van apagando tus ganas de creer que las cosas son posibles; la sociedad te va llevando a que todo debe ser de una forma», expresó sobre el material, que también presentó el pasado 6 de diciembre en la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.
Con la idea de crecer a la par de sus fans sin olvidar a su público joven es que presenta un nuevo punto de vista sobre esas vivencias que la marcaron y que la convirtieron en la persona que ahora es, por lo que da un mensaje de luchar, defender y trabajar para hacer sus sueños realidad.
«Mis dibujos son extraños o raros pero finalmente soy yo así que si los critican o gustan los hice yo y escribo lo que siento. El escritor lo hace con una experiencia de vida y el lector lo relaciona de una u otra forma conforme a lo que está viviendo; yo lo leí y me sentí contenta de encontrarme a mi misma en ese libro», dijo.