La organización Human Rights Watch confió en que durante la nueva etapa de relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el Congreso norteamericano levante el embargo contra la isla, que ha empeorado la situación de derechos humanos de sus habitantes, y destacó que es necesaria una nueva política que ponga fin a décadas de abusos en esa nación caribeña.
José Miguel Vivanco, director para las Américas de HRW, expuso que la organización «apoya la decisión del presidente (Barack) Obama de modificar sustancialmente la política de Estados Unidos hacia Cuba y requerir del Congreso que considere finalmente levantar el ineficaz embargo, medida que durante años hemos solicitado al gobierno estadounidense».
Destacó que «en vez de mejorar la situación de derechos humanos en Cuba, el embargo solamente ha impuesto privaciones indiscriminadas al pueblo cubano, y ha servido como pretexto para que el gobierno de Cuba continuara cometiendo abusos».
El experto indicó que «claramente, es necesario una nueva política por parte de Estados Unidos y de la comunidad internacional para contribuir a que terminen décadas de abusos cometidos como parte de una política de estado en la isla».