Urge Iglesia Católica al Gobierno a remediar pobreza de la población

A reconsiderar las políticas de atracción de capitales para garantizar el bienestar social y el crecimiento real, sin el sacrificio de la población, convocó la Iglesia Católica potosina a las autoridades públicas.
No obstante, reconocer que las oleadas del comercio informal, que avasallan los espacios públicos en temporadas como la presente, han afectado al comercio establecido en el Centro Histórico, la Iglesia Católica potosina recordó a las autoridades públicas, federales, estatales y municipales, que la explosión del ambulantaje es una consecuencia, y no el origen de la problemática.
El Vicario general de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Benjamín Moreno, observó que la economía nacional se encuentra debilitada, en medio de grandes problemas que avizoran un estancamiento, con precios al alza, con un poder adquisitivo insuficiente para satisfacer la demanda de las familias, sin empleos o con empleos malpagados.
Todo esto presiona a las familias y a las personas a tomar la calle, a salir a la vía pública con una olla de tamales, con una caja de dulces para vender.
Por un lado, dijo, el gobierno y el Ayuntamiento deben buscar solución al comercio informal, de proponer reubicaciones de este tipo de comerciantes, pero también tienen la responsabilidad de generar políticas y acciones públicas que abran paso a la generación de empleos.
“El gobierno tiene que estar consistentemente potenciando el sector productivo, trabajando para atraer inversiones, crear fuentes de empleos; sin descuidar que San Luis Potosí es una entidad en la que hay muchos pobres: en las calles de San Luis hay mucha gente pidiendo limosna”, señaló.
Dijo que el gobierno estatal debe estar gestionando constantemente la atracción de inversiones, de empresas que generen empleo, revisando sus políticas del rubro, porque –advirtió—, hay empresas con tecnologías robóticas que no crean más que un mínimo de empleos.
Interrogado sobre si es correcto que el gobierno, para garantizar la instalación de empresas, las subsidie con recursos públicos, como ocurre con las ensambladoras de automóviles; el sacerdote dijo que en algunos casos las empresas requieren de un incentivo, pero hay que medir el beneficio real a la sociedad en cuanto a la promoción de empleos, porque hay asentamientos empresariales que traen consigo tecnologías robóticas.
Se subrayó la importancia de acabar con las prácticas corruptas a las que acuden los líderes sindicales que comprometen contratos de protección a las empresas contra los derechos humanos y legales de sus presuntos representados.
También dijo que las políticas públicas de atracción de capital deben abstenerse de comprometer y garantizar sueldos bajos, insuficientes; se requiere ante todo de un manejo transparente de los recursos públicos en la seguridad, asimismo, del beneficio a la sociedad en general y no ya solamente a un sector.