Senegal centraliza mañana y el martes el debate en torno a la paz y la seguridad en África, con la celebración en su capital, Dakar, de un amplio foro internacional dedicado a ambos aspectos en el continente.
La iniciativa es fruto del compromiso adoptado en París en diciembre del año pasado, cuando tuvo lugar una cumbre franco-africana en la que representantes de 53 países analizaron cómo se puede garantizar la estabilidad a su región.
El encuentro ha confirmado la presencia de los presidentes de Senegal (Macky Sall), Mali (Ibrahim Bukabar Keita) y Mauritania (Mohamed Uld Abdel Aziz), así como de los expresidentes de Nigeria (Olusegun Obasanjo) y Burundi (Pierre Buyoya, actual Alto Representante de la Unión Africana para Mali y el Sahel).
Se cuenta además con los ministros de Asuntos Exteriores de Níger, Marruecos, Camerún, Senegal y Argelia, con la ministra de Sanidad de Senegal y con los titulares de Defensa del Congo, Senegal y Francia (Jean-Yves Le Drian, principal impulsor de esta cita).
En total, cerca de 300 participantes, incluidos representantes de organismos como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Naciones Unidas y el mundo empresarial, examinarán las actuales crisis en la región y la manera de anticipar problemáticas futuras.
Sesiones plenarias sobre las amenazas compartidas y la gestión de las crisis, junto a talleres sobre terrorismo, radicalización religiosa, seguridad marítima, refuerzo de fronteras o tráfico de armas y de droga ocupan la agenda.
La financiación de los esfuerzos militares necesarios para afrontar esas situaciones completa un encuentro que será inaugurado por el primer ministro de Senegal, Mohammed Dionne, y clausurado por el presidente de ese país.
Su emplazamiento en Dakar se justifica por el fuerte compromiso político, militar y material del país en las operaciones de mantenimiento de paz en la zona.
Fuentes oficiales francesas avanzan que no ha sido planteada como una «enésima reunión intergubernamental», sino como un «lugar inédito de intercambio» en el que expertos de diversos ámbitos puedan «dialogar de forma tan libre como sea posible» y aceleren la dinámica de cooperación interregional.
Su modelo, según Francia, se inspira en encuentros similares existentes en otros continentes, como la conferencia internacional sobre seguridad de Halifax (Canadá) y de Múnich (Alemania), o los diálogos de Manama (Baréin) y Shangri-la (China).
El coste de este foro, que se confía en que derive en un encuentro anual a partir de este año, no ha sido detallado, pero según esas fuentes, ha sido dividido entre el país de acogida, el Ministerio de Defensa francés y compañías privadas con activos o intereses en el continente.