Como todo derecho, el de los candidatos y los partidos en campañas políticas tiene límites, advirtió el arquitecto Juan Carlos Machinena Morales, delegado estatal del Instituto Nacional de Antropología e Historia, al preguntarse su opinión respecto de la propaganda político-electoral y sus formas con relación al espacio que ostenta una declaratoria de la UNESCO como patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad.
El resguardo del patrimonio histórico-cultural corresponde al Estado y a la nación, razón por la que desde el INAH se ha formulado un llamado a las autoridades estatales, municipales y electorales para que se instituyan como garantes de la salvaguarda legal del patrimonio histórico y cultural.
Machinena destacó la importancia de evitar, a toda costa, la propaganda político-electoral que se previene en el marco de los próximos procesos, en sus diferentes etapas: ello entraña acciones que eviten que los partidos y candidatos procedan a pegar carteles, desplegar banderolas, realizar pintas, colocar calcomanías, fijar mantas y, en suma, evitar cualquier forma de contaminación visual.
Esta obligación no se limita solamente a la propaganda de los partidos políticos, sino a todo tipo de acciones que contribuyan a contaminar visualmente la zona objeto de declaración patrimonial, sea esta municipal, estatal, federal o, como es el caso del Centro Histórico, multinacional.
Desde luego que se ha formulado un llamado a los partidos político, a los candidatos, a los operadores de sus respectivas campañas y a las autoridades electorales estatales y federales para que se garantice y respete de manera irrestricta al Centro Histórico.
El llamado entraña a las autoridades municipales con la finalidad de que se desplieguen estrategias que impidan la presencia de grafiti en las zonas y monumentos con declaración patrimonial y en su caso procedan, en coordinación con el INAH, a realizar la restauración que se requiera, luego de la evaluación de los daños ocasionados.
Indicó que se requiere de normar las actividades de promoción comercial y empresarial de acuerdo con las características y situaciones jurídicas de los diferentes espacios, algo en lo que deberá avanzarse de manera paulatina, ordenada y racio