En entrevista, el geólogo del Observatorio Vulcanológico de la Universidad de Colima, Carlos Navarro Ochoa, confirmó que el volcán se encuentra en una fase explosiva, luego de que en 2013 comenzó la fase eruptiva, que en agosto y septiembre pasados aumentó significativamente con la emisión de lava.
«Esperamos que siga esta emisión de lava alternada con explosividad, tal vez igual de fuerte que la del pasado viernes 21, o más grande, debido a que todavía tenemos un rango muy amplio de liberación de energía», expresó.
Precisó que durante un sobrevuelo realizado después de esta última explosión, se percataron que continúa emanando flujos de lava negra pero, además, observaron que se está formando un nuevo domo en el cráter, que creció alrededor de 40 metros de altura.
Dicho evento provocó la aparición de una fumarola de cinco kilómetros de altura sobre la cima del volcán, de color blanco.
Al respecto, la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos de Jalisco informó que la fuerte exhalación provocó caída de ceniza en zonas cercanas al coloso, como La Yerbabuena, y en los municipios de Zapotiltic y Tamazula.
La Yerbabuena, municipio de Comala, es la comunidad colimense más cercana al volcán y, por tanto, considerada zona de alto riesgo volcánico».
La ceniza volcánica es piedra pulverizada por la alta presión y a menudo contiene pequeñas partículas de lava ligera y extendida llamadas piedra pómez o escoria volcánica.
Dicho material obstruye las corrientes de agua, presas, alcantarillas, plantas de aguas negras y todo tipo de maquinaria.
«Es normal, este proceso lo ha realizado durante los últimos 50 años, y ahora al cráter lo ocupa un nuevo domo con lava que avanza muy lentamente, varios metros por día, por lo que sí continúa la alimentación del interior seguirá fluyendo, pero no va a pasar nada», explicó Navarro Ochoa.
Reiteró que siguen las explosiones, pero aclaró que tan sólo la de 2005 «fue 100 veces más grande que esta última» , y aunque el volcán tiene varios comportamientos en diferentes ciclos, «podemos hablar del más sencillo al más catastrófico, y el más sencillo es lo que está teniendo ahora» .
Detalló que el volcán ha estado activo desde 1961, y que fue en 1975 cuando ocurrió otra gran erupción muy voluminosa de magma, «la cual hasta ahora tiene el primer lugar por haber arrojado una cantidad importante de lava en 50 años» .
Añadió que en 1981 hubo otra erupción pequeña, situación que se repitió en 1991, «y fue entre 1998 y 1999 que sucede otro evento, que se posiciona en segundo lugar por el volumen de magma emitido, prácticamente 40 millones de metros cúbicos de lava, y luego hubo un cambio en su comportamiento».
Mencionó que en 2005 se presentó otra serie de explosiones, alrededor de 16, de las que la más fuerte fue en junio, «y esta última no tuvo la misma intensidad, pero sigue saliendo lava» .
El geólogo dijo que, mientras tanto, científicos de todo el mundo estudian la actividad de este volcán, «y la ciudadanía puede tener la certeza de que se está vigilando muy de cerca, así como al Popocatépetl, los cuales son los más activos del país» .
Reiteró el llamado a mantener una distancia de ocho a 10 kilómetros del volcán, además de no ingresar a las barrancas.
El volcán de Colima o también conocido como Volcán de Fuego tiene una altitud de tres mil 960 metros sobre el nivel del mar, su acercamiento más próximo se inicia en la población de Atentique y de ahí al paraje llamado El Playón.
Al respecto cabe mencionar que el Nevado de Toluca en el estado de México cuenta con cuatro mil 558 metros; el volcán Popocatépetl ubicado en los límites de los estados de Morelos, Puebla y México, alcanza una altura de cinco mil 452.
Mientras que el Pico de Orizaba, situado entre Puebla y Veracruz, tiene una elevación de cinco mil 610 metros, considerado el más alto del país.
Por su parte, el Volcán de Colima es considerado como un estratovolcán que presenta exhalaciones de manera explosiva, por lo que su ascenso es difícil.
De acuerdo con los investigadores Carlos Suárez Plascencia y Gustavo Saavedra de la Cruz, del Centro de Investigación de la facultad de Geografía de la Universidad de Guadalajara, los municipios más cercanos a este coloso son Comala y Cuauhtémoc, en Colima, y Tuxpan, Zapotitlán y Tonila en Jalisco.
Afirmaron que la actividad eruptiva de este volcán se divide en dos periodos: el prehistórico desde su origen hasta 1576 y el histórico de 1576 a la fecha y a partir de éste se ha dividido en cuatro ciclos, el primero fue de 1576 a 1611, el segundo de 1611 a 1818, el tercero 1818 a 1913 y el cuarto de 1913 al presente.