Con fe y esperanza piden o pagan favores a la Morenita del Tepeyac

Este año, visiblemente, la presencia de los peregrinos en la Basílica de Guadalupe de San Luis Potosí, fue menor que la registrada en años anteriores; las expectativas, consistentes en congregar en la misa del mediodía, presidida por los arzobispos Jesús Carlos Cabrero y Arturo Antonio Szymanski, hasta 30 mil personas, no se cumplieron sino parcialmente.
Con todo, a lo largo de la Calzada de Guadalupe avanzaron estoicamente los penitentes, desde la emblemática Caja de Agua hasta el altar mayor de la Basílica, para postrarse unos momentos a los pies de la Morenita del Tepeyac.
Asimismo, fue notoria la disminución de vendedores informales y, de acuerdo con éstos, de sus ventas que estimaron entre 25 y 30 por ciento por debajo de las más mesuradas expectativas personales.
También se observó ayer una reducción en la oferta de artículos diversos relacionados con la Virgen de Guada-lupe: cuadros, estatui-llas, carteles, estampas, llaveros y rosarios, sin que los comerciantes presentes pudieran explicar este fenómeno, aunque a grandes rasgos expresaron su creencia de que esto se deba a la crisis económica que no permitió abastecerse de esto productos.
Esto no desalentó a los guadalupanos para cumplir con sus mandas, con sus juramentos; para presentar sus peticiones de intercesión.
Avanzaron de rodillas, y a trechos apoyados también en sus manos, encima de cobijas, cartones, usando rodilleras o sin amortiguar las lesiones y raspaduras en las rodillas.
Algunos llevaron consigo, montados “a mamache”, cargados en los brazos o en cangureras a sus bebés de pocos meses y años de nacidos, sobre los que habrían obrado diversos milagros de la Morenita del Tepeyac, preservándolos para la vida.
Otros avanzaron con estatuillas y cuadros guadalupanos y con flores pero, los más lo hicieron con las manos vacías, realizando el sacrificio de avanzar de rodillas para obtener empleo, para conseguir una oportunidad en la escuela, para pedir por la salud propia o de sus familiares, con la fuerza de la fe y la esperanza.
Los socorristas de la Cruz Roja potosina, informaban que hasta el mediodía de ayer no se habían registrado lesiones graves entre los penitentes, sólo raspaduras, molestias musculares, algunos problemas con la presión arterial, deshidrataciones, nada grave.
El clima fue benigno para la comunidad mariana; la temperatura registrada osciló entre los 18 y los 20 grados centígrados; pero no lo fue para los vendedores de gorros y guantes de estambre, quienes guardaron sus artículos para una próxima ocasión.