Exhorta Priego a a sociedad a proteger arte sacramental

El patrimonio histórico y cultural que se encuentra en los templos potosinos, bajo el resguardo de la Iglesia Católica, que se encuentra en riesgo constante de latrocinio, no es en términos legales sólo patrimonio de la Iglesia, sino patrimonio común, de todos los mexicanos, esclareció el portavoz de la Arquidiócesis potosina, Juan Jesús Priego Rivera.
Por ello, exhortó a la ciudadanía, no sólo a los católicos, para que se defienda el patrimonio nacional, puesto que son parte de la historia de nuestro país.
Priego Rivera reparó en el hecho de que, para fortuna, no se ha llegado al grado de convertir los templos potosinos –salvo el de la Capilla de Aranzazú—, en museos, por lo que el arte sacro está expuesto, a la vista de todos los ciudadanos.
—Hacemos un llamado a la responsabilidad. Cuando alguien se roba una imagen, está robando un bien nacional. No le está robando a la Iglesia, le está robando a la nación, al pueblo de México y, en este sentido, todo el pueblo de México tiene que sentirse responsable, y guardián, de estos tesoros.
Indicó que la Iglesia contempla la excomunión al sacrílego, no tanto por el valor de la pieza sustraída, sino por el hecho de que atenta con ello contra los sacramentos estatuidos por la Iglesia.
Destacó que, por otra parte, como medida de seguridad, no se puede descuidar el hecho de que una persona que roba un templo, no le teme a la excomunión, por lo que el llamado es al resguardo responsable de los templos y del arte sacro.
Insistió en que el robo de objetos sacros, de valor artístico, no debe verse como algo que se le ha quitado a la Iglesia, sino como algo que se le ha quitado a México.
—¿Para qué? ¿Para venderlas en el mercado negro… o sólo para tenerlas en su mansión? Porque, por lo regular este tipo de piezas van a parar a las mansiones del país o del exterior, por ejemplo en Europa, como ocurre con las piezas arqueológicas de la huasteca (Huaxteca) que significa lugar de cúes, promontorios funerarios conteniendo cantidades enormes de piezas… y hay quien las encuentra y las vende en la frontera a un dólar la pieza.
Todo esto atenta contra la riqueza histórico-cultural y la identidad nacional, por lo que debe ser penado con severidad, expresó finalmente el vocero arquidiocesano.