La desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, la noche del 26 de septiembre en Iguala, generó la movilización de diversos sectores de la sociedad en reclamo de justicia.
A lo largo del país los jóvenes estudiantes se han convertido en una de las principales corrientes que protestan en las calles.
Aunque luego de las detenciones suscitadas en marchas como la del 20 de Noviembre y la del 1 de diciembre afirman sentir o haber sentido temor de ser ‘desaparecidos’ a causa de su activismo.
Las detenciones en su mayoría han recaído en jóvenes pertenecientes a instituciones como la UNAM y el Politécnico, quienes al recuperar su libertad han denunciado que los elementos policíacos les amenazaron con ‘desapare-cerlos y hacerlos pedacitos’ en la misma forma que a los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
A continuación algunos de los testimonios sobre las amenazas de desaparición hacia jóvenes detenidos.
Detenidos del 1DMx
Horas después de su libe-ración, los jóvenes Ariel Flores Pérez y Oscar Espinosa, regresaron a las afueras del Reclusorio Norte para realizar una rueda de prensa.
Ariel Flores declaró que «es increíble que te detengan por manifestarte, que te golpeen por exigir justicia, que te trasladen a un MP, como si fuéramos narcos, sentíamos que al momento de que nos trasladaron al reclusorio nos iban a desaparecer. Fue una experiencia horrible».
Sandino Bucio DovalI
El estudiante chileno Lauren-ce Maxwell, encarcelado luego de ser detenido en el zócalo capitalino durante la marcha del 20, denunció que los policías mexicanos que lo detuvieron le golpearon y le amenazaron con hacerlo «pedacitos y llevarlo a Ayotzinapa», durante su traslado a la cárcel de alta seguridad de Veracruz.
