Programación infantil; los olvidados de la tele

La programación infantil ya no es negocio por la prohibición de anunciar chatarra y el bajo rating. Ahora apostamos al reality, dice productor de TV Azteca
Los niños ya no son negocio para la televisión abierta por varias razones. La primera, debido a la medida regu-latoria que entró en vigor a mediados de este año y que prohíbe el anuncio de refrescos, botanas, chocolates y confitería en horarios infantiles.
Roberto Romagnoli, director de entretenimiento de TV Azteca, explica a un Diario, que debido a estos cambios ya no se ven contenidos di-reccionados al sector infantil. «Recuerda que la tv es un negocio, si no puedes publi-citar productos infantiles o venderle a un niño un yogurt o una leche chocolatada, baja mucho la cantidad de producción porque ya no es un producto que cumpla con los números comerciales que la compañía necesita».
La productora Patricia Arriaga (creadora de la barra infantil de Canal Once) concuerda con esta explicación: «(Las televisoras) están para hacer negocio y pues los niños ya dejaron de serlo».
La medida regulatoria entró en vigor en julio pasado como parte de la Estrategia Nacional para la Prevención y Control del Sobrepeso, la Obesidad y la Diabetes; días después el conductor de En familia con Chabelo (el único espacio infantil de Televisa actualmente) declaró que él no era nadie para negarle espacio en su programa a una marca de comida o golosinas. «Anunciar un dulce no te hace cargar con la culpa de que un niño se lo coma», declaró en aquella ocasión «el amigo de todos los niños». Se debe mencionar, sin embargo, que hace varios años que su programa dejó de anunciar dulces.
Televisa ha tenido en el pasado un largo transitar por los contenidos infantiles, entre ellos, las telenovelas. Del año 2000 al 2010, la televisora produjo cerca de 13 teleno-velas enfocadas al público infantil. Amigos x siempre, Carita de ángel y Rayito de luz se realizaron tan sólo en 2000. De 2010 para 2014 la cantidad disminuyó a cero. En cambio, hubo dos telenove-las enfocadas más al sector juvenil: Niña de mi corazón y Miss XV.
Con un declive en este género, los contenidos que han ido ganando terreno son los reality shows con la primera y segunda temporada de Pequeños Gigantes en 2011 y 2012 y las primeras dos ediciones de La Academia Kids de TV Azteca, que en 2015 apostará por la tercera generación.
«La Academia Kids es el programa más visto de la empresa y ¿qué tienes ahí? La unión familiar, un formato donde tienes a toda la familia unida porque la mamá está esperando que el hijo se baje del escenario. Ningún papá va a dejar de admirar un niño», declara Romagnoli, quien asegura que este tipo de formatos son la nueva apuesta para la televisión abierta: programas que pueda ver toda la familia.
La opción. La directora de Canal Once, Enriqueta Cabrera, anunció esta semana contenidos de la televisora para 2015. Dijo que se dará un especial énfasis a la barra infantil con tres series producidas por ellos: Kin, Sofía Luna agente especial y Mi lugar.
La primera es la principal apuesta, ya que es una serie ficcionada para niños sobre la cultura maya.
«Yo creo que en los programas para niños por ejemplo no debería haber comerciales porque todo lo que el niño ve en la pantalla incide en su formación; por eso nosotros tenemos una programación para niños cuidada con un código ético», dice en entrevista.
Para Patricia Arriaga, productora de El Diván de Valentina y de Kin, que se estrenará a inicios del próximo año con 13 capítulos de media hora, la solución está en crear contenidos con los elementos de las series americanas que están pegando mucho actualmente.
«Es una serie fuerte, hay sangre, hay sacrificios mayas, hay dioses, hay muerte, hay vida en el contexto de los Mayas», contó.
Tiene la certeza de que en televisión faltan -como hace 12 años que armó la barra infantil para Once- «niños siendo niños, diciendo cosas de niños y viviendo cosas de niños».
Para Rogmanoli, en cambio, sí se seguirán haciendo contenidos direccionados pero en televisión de paga, ya no en la abierta. «A nivel televisión abierta sí llegó el fin totalmente de este tipo de productos y obviamente lo que hacemos es globalizar las diferentes edades en productos que sean totalmente familiares y abiertos».