Ernesto Cardenal, la poesía lo mantiene vital

Para el nicaragüense Ernesto Cardenal, la poesía no sólo fue su primera vocación sino la más rica y la mantiene incólume a sus 90 años. Con el semblante sereno y la alegría en la mirada, el vate expresó que desde muy pequeño, antes incluso de poder escribir, recitaba poemas de memoria. “Y esto fue lo que después me llevó del amor a las muchachas y del amor a dios y del amor al pueblo a la revolución”.
Así lo dijo ayer durante su presentación en la 28 Feria Internacional de Guadalajara, donde hoy presentará su libro Noventa en los noventa, antología poética que editó el narrador Sergio Ramírez, su paisano.
Éste es el libro más bonito que he publicado”, dijo para luego detallar que esta celebración se prolongará al sábado 13 de diciembre en la Ciudad de México, en donde el Conaculta y la Secretaría de Cultura del DF organizarán un recital poético en el Palacio de Bellas Artes, y también se proyectará un documental cuya realización corrió a cargo de Modesto López.
El también traductor, escultor y político expresó que la injusticia que existe en la humanidad inició cuando el hombre comenzó a acumular riquezas y lamentó que en Nicaragua persista la dictadura con Daniel Ortega, su esposa y sus hijos, quienes son dueños del país y los únicos que dirigen su destino. Sin embargo, defendió a Fidel Castro y dijo que eso no es una dictadura, sino “algo diferente”.
Cardenal fue ministro de Cultura en su país entre 1979 y 1987 y tras la revolución sandinista manifestó su admiración por dos personajes de América Latina: el papa Francisco y el presidente de Uruguay, José Mujica, quien hoy visitará esta ciudad para recibir un homenaje por parte de la Universidad de Guadala-jara.
El volumen presentado reúne 90 poemas de Cardenal y será presentado hoy a las 18 horas, en el salón 2 de la FIL Guadalajara, junto con el poeta nicaragüense Sergio Ramírez.
Más tarde, el ganador del Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2012) ofreció una conferencia de prensa en la FIL, donde habló de su pasión por la poesía, su amor a Dios, así como de sus preocupaciones por la injusticia social en el mundo.
En los primeros años de mi vida yo era bastante inconsciente de la injusticia que había en el mundo. Poco a poco fui adquiriendo sentido social, político y cristiano de la visión del mundo incompleto en el que estamos. Hay mucho sufrimiento en el mundo”, dijo.
Al final, aseguró que nunca ha tenido conflictos entre sus tres vocaciones: poeta, sacerdote y revolucionario.