México quiere espectáculo en su regreso a la Fórmula 1 en 2015 y lo hará con una mezcla de alta velocidad y curvas a cámara lenta delante de una multitud.
El remodelado Autódromo de los Hermanos Rodríguez será el segundo más veloz después de Monza, pero eso no impedirá a miles de aficionados disfrutar de cerca el regreso de la categoría reina del motor al país tras 23 años.
Según explicó a dpa el ingeniero jefe del circuito, el alemán Oliver Liedgens, las principales curvas tendrán menor velocidad y pasarán por delante de dos enormes tribunas que en el pasado formaron parte de un parque de béisbol profesional.
«Nada más de imaginarme el momento en que los autos crucen la nueva zona de curvas, cortas y lentas, con las gradas repletas de aficionados ondeando banderas mexicanas, los vellos de los brazos se me erizan», dijo a dpa Liedgens, el ingeniero jefe de la empresa alemana Tilke, responsable del diseño de la pista.
En esa zona, unos 30.000 espectadores podrán apreciar de cerca a sus pilotos favoritos, entre ellos el mexicano Sergio Pérez, de la escudería Force India. Un total de 120.000 personas podrán asistir al remozado autódromo.
«Esta será una de las partes más atractivas para el público porque será una de las más lentas y más espectaculares» , dijo Liedgens.
Sin embargo, el circuito también tendrá tramos de gran velocidad. «Para hacerla más rápida se alargó un poco la recta y la zona de frenado para que los pilotos puedan acelerar más tiempo» , explicó el ingeniero alemán.
El autódromo mexicano será el segundo circuito más rápido del calendario, con una recta principal en la que se llegará a los 328 kilómetros por hora, sólo por detrás de Monza, donde alcanzan los 351 kilómetros.
En la oficina de Liedgens, ubicada en la zona principal de gradas, se puede observar el trabajo de cientos de albañiles, pero también a personas entrenando a diario, corriendo o andando en bicileta o en patines.
Aún queda trabajo por hacer en el circuito ubicado en una zona del oriente de la capital mexicana, en donde se realizará una inversión de unos 360 millones de dólares a lo largo de cinco años.
Durante un recorrido por el complejo automovilístico, el director de Tilke para América, el alemán Christian Epp, garantizó que el circuito cumple con las normas de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) y con las necesidades de los pilotos, de los equipos y de los medios de comunicación para «hacer felices a los espectadores» .
«Se pensó en el espectáculo, tanto para el espectador como para el piloto, por lo que será un trazado muy atractivo cuando esté terminado» , afirmó Epp.
Según indicó el director de Tilke, la empresa afronta cuatro retos en la renovación del autódromo: la seguridad, el espectáculo, el suelo fangoso de la capital mexicana y la modificación del trazado.
Para solucionar el tema de la superficie, Epp aseguró que conversó con expertos en mecánica de suelos que ayudaron a entender cómo se comporta.
«La dificultad es entender como se comporta el suelo. Mientras se hunda todo de manera uniforme no importa. El problema es cuando tiene hundimientos en un lado y no en otro, entonces ahí tenemos darle mantenimiento a la pista» , explicó.
«Tuvimos suelos peores que estos en China, en Shanghai, que era peor, era casi como un lago y ahí tuvimos que meter pilotes. Este (el de México) no es el peor suelo, no es bueno, pero se puede trabajar y siempre hay soluciones técnicas» , abundó.
Con el fin de resolver los desniveles que presenta el circuito debido a que su construcción se hizo en lo que un lago de la época prehispánica, el grupo constructor se asoció con empresas mexicanas para trabajar con ellas en la ingeniería y en el diseño de la pista.
El autódromo estará listo seis semanas antes de la carrera del 1 de noviembre de 2015, con el fin de que la FIA pueda realizar la última inspección y otorgarle la licencia de grado uno para correr en la Fórmula 1.