Buscan 6 ministros presidir la Corte

El proceso de sucesión para presidir el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación(SCJN) inició formalmente ayer con el registro de seis ministros aspirantes a este cargo para el periodo 2015-2018.

Registraron su candidatura tres ministros de carrera judicial y tres ministros que llegaron a la Corte a partir de una trayectoria fuera del Poder Judicial de la Federación. En el primer caso están Margarita Luna RamosLuis María Aguilar Morales y Jorge Mario Pardo Rebolledo, mientras que los ministros de origen externo son José Fernando Franco González SalasAlfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea.

El presidente de la Suprema Corte lo es también del Consejo de la Judicatura Federal (CJF) —órgano de vigilancia y disciplinario de los jueces y magistrados— y maneja un presupuesto, tan sólo por su desempeño en la Corte, de casi 5 mil millones de pesos. Además, es el puente de diálogo del Poder Judicial con el Ejecutivo y Legislativo.

Los seis ministros presentaron acciones concretas para mejorar el funcionamiento del Poder Judicial de la Federación y enfrentar retos como la instrumentación de las reformas en materia de derechos humanos, la aplicación de la nueva Ley de Amparo y la instrumentación del nuevo sistema de justicia penal, que marcan la décima época.

Su proyecto de trabajo, público desde ayer en la página institucional de la SCJN, muestra los compromisos de los ministros y las metas que desean alcanzar en caso de ser beneficiados con el voto de sus compañeros.

El único ministro que en su carta de exposición de motivos para participar en la sucesión envió un mensaje político fue Fernando Franco, quien de antemano manifestó su profundo respeto “personal y profesional” hacia los otros aspirantes a la presidencia de la Corte.

“Considero que este ejercicio democrático nos da la oportunidad de mostrar a la nación una Corte unida y consciente de su enorme responsabilidad. Por mi parte hago votos porque de este proceso salga fortalecido el Poder Judicial de la Federación”, expresó el togado con mayor experiencia en cargos políticos, dado su paso en la Secretaría de Gobernación.

La elección se llevará a cabo el viernes 2 de enero de 2015 durante una sesión pública, pero con voto secreto, después de un periodo vacacional de 15 días del Poder Judicial.

El presidente será electo de entre los miembros del pleno de la Suprema Corte, el cual está integrado por 11 ministros, pero con la muerte de Sergio Valls Hernández este órgano funcionará sólo con 10, si el Ejecutivo no envía una terna al Senado o éste no procesa la designación del nuevo ministro antes del 2 de enero.

En el escenario actual de los 10 ministros en función, seis registraron su candidatura, lo que muestra que aún no existe un consenso y al tener derecho de sufragio, se prevé que en la primera ronda voten por sí mismos. En juego estarán los apoyos de los ministros Juan Silva Meza, actual presidente; Olga Sánchez Cordero, José Ramón Cossío Díaz y Alberto Pérez Dayán.

El investigador del ITAM, Saúl López Noriega, consideró que a la Presidencia de la República “conviene” la ministra Margarita Luna Ramos como presidenta de la Suprema Corte “por su perfil conservador”, ya que garantiza la estabilidad de las reformas estructurales que se busquen dirimir en el máximo tribunal por la visión “letrista” de la ministra. Y ubicó en el lado totalmente opuesto al ministro Arturo Zaldívar, por su corte liberal.

El ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena proviene del Sistema de Administración Tributaria (SAT) y desde su llegada a la Suprema Corte se le ve como un hombre cercano a la Presidencia de la República.

La sesión pública en la que se elige al nuevo ministro de la Suprema Corte es presidida por el ministro decano, que en este caso es Olga Sánchez Cordero, y la votación se realiza en cédula.

Para que un ministro pueda ser candidato deberá obtener cuando menos el apoyo de seis integrantes del pleno, contando su propio voto. Lo que se traduce en que los propios aspirantes tendrán que declinar por un perfil que previamente haya sido su adversario durante el proceso.

Fuentes judiciales explicaron que se prevé que los ministros de carrera cedan su voto entre ellos para garantizar que la presidencia quede en manos de un perfil interno del Poder Judicial de la Federación.

De acuerdo con el artículo 32 el Reglamento Interior de la SCJN, si ningún ministro obtuviera la mayoría requerida, se celebrará una nueva votación en la que sólo participarán como candidatos quienes hayan obtenido el mayor número de votos en la primera ronda. Las votaciones se repetirán hasta que uno de los aspirantes obtenga el aval de seis de sus compañeros.

En esa misma sesión, quien resulte triunfador tomará posesión inmediatamente después y rendirá protesta ante el pleno. Durará en este cargo cuatro años, sin posibilidad de reelegirse.