De nueva cuenta los expendedores de fuegos artificiales y explosivos, utilizados en la temporada de Navidad y Año Nuevo, detonaron las clásicas y peligrosas “palomas” frente a las instalaciones del Congreso del Estado.
Un grupo compacto, estimado en poco más de una veintena de personas, se manifestó frente a la Cámara de Diputados Locales urgiendo la presencia del legislador verde-ecologista Martín Álvarez para exigirle el retiro de su iniciativa de ley por la que se busca controlar la venta de pirotecnia.
A las afueras del inmueble legislativo, sobre el costado izquierdo del acceso principal, procedió la detonación de no menos de medio centenar de “palomas”, supuestamente para mostrar que su uso no representa riesgos para los niños y jóvenes, si cuentan con la supervisión adecuada de los adultos.
Aseguraron que tanto los artesanos como los distribuidores y los expendedores directos de estos productos se encuentran capacitados para controlar eventuales riesgos de explosión, generados por el almacenamiento, el transporte y la venta… lo demás, dijeron, está en manos de los clientes y de los adultos que deben supervisar el uso de los artefactos pirotécnicos.
Los quejosos, quienes argumentaron que de la venta de estos productos sobreviven los propios expendedores callejeros y los artesanos y sus respectivas familias (entre 1 mil 700 y 2 mil), evitaron en todo momento hacer referencia a la contaminación de aire y suelo por emisiones de plomo y azufre, compuestos principales de la pólvora. Aludieron al hecho de que la costumbre se torna en ley y en derechos y a la antiquísima tradición por estas y otras fechas consistente en la detonación de artefactos explosivos controlados: los llamados fuegos artificiales, la pirotecnia que además es característica de las fiestas patronales y de las fiestas patrias.
La acción consistente en la detonación de “palomas” generó la rápida intervención del cuerpo de seguridad del Congreso del Estado y del personal administrativo, quienes encararon a los coheteros y, tras una discusión, acordaron intermediar con el legislador para que expusieran ante él sus puntos de vista, sus reclamos y propuestas sin la afectación de terceros y sin la alteración del orden público.
Curiosamente la Policía Municipal capitalina, que hizo acto de presencia esta mañana en el lugar de los hechos, no aludió a la eventual infracción del Bando de Policía y Gobierno.
