Las intensas lluvias caídas en Marrakech, sede de la Copa de Mundial de Clubes, preocupan a las autoridades marroquíes, según reconocieron fuentes del ministerio de Deportes, que organizan el torneo.
El campeonato se celebrará entre el 10 y el 20 de diciembre próximos en dos sedes: Marrakech como sede principal (allí será la final y una semifinal, además de los partidos por el tercer y el quinto puesto) y Rabat.
Sin embargo, el gobierno de Marruecos «excluye por completo» la anulación del torneo, y contempla la posibilidad, si así fuera necesario, de trasladar los partidos desde el Gran Estadio de Marrakech a otros estadios, ya sea el de Rabat u otros alternativos, que no precisaron.
El sur de Marruecos, incluyendo Marrakech, lleva diez días soportando unas cantidades de lluvia inéditas en estas regiones, con desbordamientos frecuentes de ríos, numerosas carreteras cortadas y más de 40 víctimas mortales.
Aunque las lluvias dieron un respiro, se espera que vuelva a llover intensamente durante toda la semana, lo que sin duda afectará al césped del estadio con consecuencias que no estaban previstas, admitieron las fuentes.
Los partidos comienzan en Rabat el día 10, mientras que en Marrakech no comenzarán hasta el 17.
Los medios marroquíes han alertado además de que una delegación de la FIFA ha emitido sus reservas sobre el césped del estadio de Rabat, también en mal estado por las lluvias, y ello antes de que cayeran sobre la capital las mayores cantidades, que se registraron este último fin de semana.
Una posible anulación del Mundial sería fatal para Marruecos, que no termina de recuperarse de la polémica causada por su negativa a acoger la próxima Copa de África de Naciones en las fechas previstas (enero-febrero de 2015), que ha tenido que ser trasladada a Guinea Ecuatorial, con la consiguiente expulsión de Marruecos de la eliminatoria.
