¿En qué consiste un mapeo cerebral?

Las técnicas para obtener imágenes del cerebro han alcanzado gran precisión gracias a la neurotecnología moderna. Hoy en día es más fácil detectar afecciones como epilepsia, cáncer o enfermedad de Alzheimer a través de mapas cerebrales que nos permiten conocer el funcionamiento de tan importante órgano.
Mapas cerebrales, Estudios de mapeo cerebral
El mapeo cerebral incorpora tanto formas invasivas (sin incisión quirúrgica alguna) como no invasivas para visualizar la función eléctrica del cerebro y representarla gráficamente.
¿Para qué sirven los mapas cerebrales?
La evolución en las investigaciones sobre el cerebro ha dado grandes saltos a partir de 1968, cuando se logró obtener la primera imagen de diagnóstico no invasiva del órgano rector del sistema nervioso. Los rayos X revolucionaron la Medicina haciendo posible ver a detalle las vías sanguíneas y corteza del cerebro.
Sin embargo, en aquel entonces era inconcebible observar regiones internas y estructuras relacionadas con alteración de movimientos y trastornos del sueño, la conducta o el aprendizaje; mucho menos detectar con exactitud algún tumor y la manera en que afectaba las zonas cercanas.
Por fortuna, los detallados estudios de mapeo cerebral han evolucionado y gracias a ello ha sido más fácil conocer las redes neuronales que conforman al cerebro, determinar su funcionamiento y diagnosticar anomalías cerebrales como:
Tumor. Conjunto de células que crecen de forma anormal o desordenada; pueden ser benignos o malignos (causantes del cáncer). En ocasiones destruyen el tejido cerebral o lo comprimen, causando lesiones que se manifiestan con pérdida de memoria, vértigo, mareo, ceguera parcial, alteraciones de la conducta y del sueño, problemas para hablar y mala coordinación de movimientos.
Enfermedad vascular cerebral o ictus. Interrupción parcial o total de la irrigación de sangre y oxígeno a una región del cerebro, debido a la ruptura u obstrucción de las vías sanguíneas. En muchas ocasiones desencadena pérdida de funcionamiento de la zona afectada (infarto cerebral, también llamado accidente cerebrovascular). Es potencialmente mortal, y para su atención se requieren nítidas imágenes del cerebro que permitan distinguir la magnitud del problema.
Enfermedad de Alzheimer. Padecimiento que se distingue por deterioro de funciones mentales como reflexión, juicio, memoria, concentración y capacidad de aprendizaje. Los médicos recurren a los estudios de mapeo cerebral para determinar su gravedad o descartar otras posibles causas de estos síntomas, como la presencia de un tumor.
Epilepsia. Trastorno caracterizado por la tendencia a sufrir convulsiones debidas a un “corto circuito” en los impulsos eléctricos del cerebro. Los sistemas para obtener mapas cerebrales pueden señalar la presencia de pequeñas cicatrices en la masa encefálica, mismas que son responsables del problema.
Meningitis. Infección de los tejidos que protegen al cerebro y médula espinal (meninges) a causa de bacterias o virus. Cuando el problema persiste por mucho tiempo (meningitis crónica) se requiere observar el estado de la masa encefálica para determinar el daño que sufre o descartar que los síntomas que genera se deban a tumoraciones.
Esclerosis múltiple. Enfermedad del sistema nervioso que se caracteriza por la destrucción de la sustancia que cubre a los nervios (mielina). Puede generar, entre otros síntomas, debilidad en extremidades, movimiento sin coordinación, pérdida de equilibrio, entumecimiento, dolor facial y visión borrosa.
Hipoxia cerebral. Falta de suministro de oxígeno en alguna región de la materia gris; las técnicas de mapeo cerebral, junto con otras pruebas que determinan la eficiencia del sistema circulatorio, ayudan a reconocer la causa y a discernir posibles daños.
Enfermedad de Huntington. Padecimiento hereditario que inicia en la edad adulta y se caracteriza por generar sacudidas ocasionales y pérdida gradual de neuronas, por lo que también hay deterioro de las funciones mentales (memoria y razonamiento).
Hidrocefalia. Acumulación excesiva de agua dentro del cráneo debido a la sobreproducción de líquido cerebroespinal, o bien, cuando su circulación se ve obstaculizada. La obtención de imágenes del cerebro permite identificar su causa exacta.
Atetosis. Movimientos involuntarios que generan posturas poco habituales, generalmente en manos y pies; se suelen acompañar de sacudidas rítmicas (coreas) y pueden estar asociadas a enfermedad de Sydenham (daño neuronal por complicación en el tratamiento de infecciones bacterianas en la infancia) o de Huntington.
Esquizofrenia. Enfermedad psiquiátrica en la que se alteran el comportamiento, la personalidad y los pensamientos del paciente, quien se siente perseguido y pierde la noción de la realidad. La observación de imágenes ha permitido saber que existen anomalías cerebrales estructurales, como ensanchamiento de ciertas regiones y disminución en el tamaño de otras. Además, se ha descubierto que el funcionamiento de algunas redes neuronales es más lento de lo normal.
Estudios de mapeo cerebral
Todos estos padecimientos pueden recibir tratamiento preciso y acorde a las necesidades de cada paciente gracias a sofisticadas pruebas, como son:
Tomografía computarizada (TC). Sistema que analiza varias radiografías mediante una computadora, la cual genera imágenes en alta resolución, semejantes a cortes anatómicos del cerebro (como si fueran “rebanadas”).