La Iglesia Católica Mexicana, representada en la Conferencia del Episcopado Mexicano, convocó a la feligresía en particular y a los ciudadanos mexicanos en general, a sumarse a una campaña para la restauración de la paz perdida en la violencia extendida en el territorio nacional, a través de una jornada nacional de oración, entre los días 1 y 12 de diciembre, en el marco de las festividades guadalu-panas.
Ya, el 29 de octubre, los obispos del Estado de Guerrero, y concretamente de la diócesis de Acapulco: Carlos Garfias (Acapulco), Alejo Za-vala (Chilpancingo), Dago-berto Sosa (Tlapa) y Maximino Martínez (Ciudad Altamirano), enviaron una carta a las familias de los normalistas de Ayotzinapa muertos y desaparecidos, donde expresan su solidaridad y ofrecen “consuelo y esperanza (…) en este momento de tanto dolor y sufrimiento por la desaparición o muerte de su hijo el día 26 de septiembre en la ciudad de Iguala”.
Instan a los deudos y a los familiares de los estudiantes secuestrados “a seguir mirando hacia adelante y no quedarse con el dolor atorado en el alma”, a seguir caminando “porque Dios tiene cosas buenas para sus hijos que confían en sus manos. No dejen que les arrebaten la esperanza que todos los seres humanos necesitamos para superar nuestros sufrimientos”. Llaman a “seguir luchando, a seguir viviendo con dignidad, a seguir trabajando por un mundo mejor”.
El 7 de noviembre, la CEM, tras la información ofrecida por el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, (en la que se presentaron falsos testimonios de la presunta incineración y desmembramiento de los estudiantes desaparecidos) subrayó que ha unido su voz (y reclamo) a la de la sociedad para frenar la espiral de corrupción, impunidad y violencia.
Más tarde, en su comunicado del 12 de noviembre, los obispos de la Conferencia del Episcopado Mexicano, lanzaron un ¡Basta ya! contra la violencia, la corrupción y la grave afectación de los derechos humanos, advirtiendo que el país se ubica con este fenómeno negativo, en un momento crítico en el que se pone en juego la democracia, por lo que convocan a la unidad nacional.
El 26 de noviembre, la Conferencia del Episcopado Mexicano, convoca a una jornada nacional de oración por la paz a efectuarse del primer domingo de adviento (30 de noviembre) al 12 de diciembre, invocando la intercesión de Santa María de Guadalupe, para la restauración de la paz y la tranquilidad social, afectada por la violencia, la corrupción y la impunidad.
Juan Jesús Priego Rivera, portavoz de la arquidiócesis de San Luis Potosí, puso de relieve el hecho de que, por primera vez, en la larga historia del papado, se registre en Roma una eucaristía especial en honor de la Virgen de Guadalupe, donde el primer papa latinoamericano, Francisco (Jorge Bergoglio) emitirá un mensaje especial para la comunidad nacional mexicana, y en referencia a los lamentables hechos registrados los días 26 y 27 de noviembre en Iguala, Guerrero.
