Atraparon a dos probables secuestradores

Dos personas presuntamente involucradas en el secuestro de un comerciante, cuya familia entregó dinero y un vehículo a los secuestradores a cambio de la libertad de la víctima, fueron detenidas. Los hechos sucedieron en Mate-huala.
Fueron agentes de la Policía Ministerial adscritos a la Unidad Especializada en Combate al Secuestro, quienes lograron la detención de dos personas, presuntamente relacionadas al secuestro de un comerciante, ocurrido el pasado sábado 22 de los corrientes.
Según los datos proporcionados, ese día la víctima fue sorprendida por cuatro sujetos cuando salía de su negocio, los que al interceptarlo, inmediatamente lo subieron a un vehículo color negro, desconociendo más características, tanto del vehículo, de los secuestradores como del lugar donde mantuvieron a la víctima.
Los secuestradores llamaron por teléfono, después de varios días a los familiares para pedirles dinero y un vehículo para dejar libre a la víctima, mientras juntaban el dinero, acordaron el lugar del rescate.
Además del efectivo, entregaron un vehículo Chrysler, tipo Spirit, verde, modelo 1995, como pago por la liberación de la víctima, la cual fue entregada sana y salva en el camino que conduce a la comunidad Ojo de agua.
Los agentes prosiguieron con la indagatoria para el esclarecimiento de los hechos, y al encontrarse realizando investigaciones, en la cerrada de Xico-téncatl del Municipio de Villa de la Paz, lograron observar que en la parte trasera de un taller de hojalatería y pintura, se encontraba estacionado un vehículo con las mismas características al entregado a los secuestradores.
Marco N., de 38 años de edad, propietario del taller, quien dijo que el vehículo se lo encargó su sobrino de nombre Arling, no teniendo objeción en que lo revisaran para constatar si era el que buscaban.
Al tener a la vista el vehículo, los agentes pudieron constatar que se trataba de un vehículo marca Chrysler, tipo spirit, verde, con placas de circulación del Estado de Nuevo León, constando que efectivamente se trataba del entregado a los secuestradores.
Los agentes pudieron más tarde contactar a Arling, quien confesó que integrantes del crimen organizado para los que trabaja como halcón, se lo dieron a esconder, sabiendo desde un principio que el vehículo era parte del pago para dejar libre a un hombre que tenían secuestrado.
El dueño del taller y su sobrino fueron asegurados y puestos a disposición del representante social, junto con el vehículo.