Rechaza Gallardo intromisión de Federación en municipios

Como superficial, timorato, falto de sentido autocrítico, calificó el presidente municipal de Soledad de Graciano Sánchez, en mensaje-compromiso a la nación emitido por el presidente de la república, Enrique Peña Nieto.

Ricardo Gallardo Cardona dijo que el discurso presidencial y su falsa postura sólo dan cuenta de desesperación e incapacidad. Faltó al mandatario nacional ejercer la autocrítica, mirar hacia el interior de su gobierno: salió a hablarnos, en cadena nacional, con los intestinos.

No escuché que Peña Nieto analizara la actuación de su gobierno, que nos enumerara las fallas y que comprometiera correcciones –dijo.

En lo personal, abundó, cuando habla de la desaparición de poderes en los ayuntamientos en que se prueben sus nexos con la delincuencia, con el crimen organizado, Peña se queda corto, porque no emite ni una palabra al respecto de su obligación de hacer justicia, de proceder conforme a la ley, investigar, enjuiciar y castigar con prisión a los responsables. El anuncio es efectista, pero nada más.

Por otro lado, ¿qué es lo que ocurre en su propia administración?, ¿tiene calidad moral para hablar, así, en general, de un combate a la corrupción?, se preguntó el alcalde soledense.

El jefe de la comuna soledense rechazó la propuesta del presidente Peña Nieto orientada a la desaparición de los cuerpos policíacos municipales, para absorber esta función de seguridad preventiva en un presuntuoso mando único.

Aseguró que, de generarse esta acción anunciada, los más afectados serán los ciudadanos en los municipios del país, toda vez que prácticamente anuncia la desaparición de los esquemas, sistemas y operativos orientados a la prevención del delito, en tanto que, por otro lado, nos e plantea ¿Qué será lo que se hará con los agentes policíacos municipales que hoy se encuentran en activo? ¿Irán a engrosar las filas del desempleo, a engrosar el ejército de los ciudadanos que no cuentan con regímenes de seguridad social?

Advirtió que de proceder así, el riesgo de que estos empleados públicos, instruidos y capacitados en materia de seguridad pasen a integrarse a “los malos”, se disparará peligrosamente.

Finalizó, aseverando que lo que se observó en la última intervención pública del presidente Peña, fue a una persona insegura, desesperada por encubrir sus responsabilidades en el marco de la convulsión que gravita sobre el país; por encubrir los efectos negativos de las reformas estructurales que, clara e inobjetablemente, han sido rechazadas por la mayoría de los mexicanos que ya le advirtieron sobre sus efectos negativos: su retroactividad.