La Oficina Central de Investigaciones aseguró que las niñas se suicidaron y señaló que no se encontraron pruebas de asesinato o agresión sexual; sin embargo, la familia de las menores rechaza esa conclusión.
La Policía india concluyó hoy que las dos adolescentes halladas ahorcadas en mayo pasado en una aldea del estado de Uttar Pradesh, en el norte del país, no fueron violadas en grupo y asesinadas como se había denunciado, sino que se suicidaron. «Nuestra investigación determinó que las dos niñas, quienes eran primas, se suicidaron y no fueron asesinadas. La policía realizó mal su investigación con la premisa de que fueron violadas y ahorcadas», informó la Oficina Central de Investigaciones de la India (CBI).
Al término de la investigación, la CBI aseguró no haber encontrado pruebas de asesinato o de agresión sexual en la relación con la muerte de las dos adolescentes, de 14 y 15 años, ocurrida en el distrito de Badaun, según la fuente citada por un diario.
The Times of India.
Afirmó que el principal testigo mintió al acusar a cinco hombres -tres hermanos y dos policías- por el asesinato y violación de las primas, una conclusión a la que se llegó con investigaciones sobre el terreno y el uso de polígrafos.
En agosto pasado, el Centro para la Identificación Genética y Diagnóstico de Hyderabad descartó la violación al no hallar restos de ADN de los supuestos violadores, contradiciendo los informes forenses practicados por médicos del distrito donde sucedieron los hechos.
A pesar de que la investigación de la CBI determinó que las dos adolescentes se suicidaron.
la familia de las menores rechaza la conclusión y ha pedido al primer ministro indio, Marendra Modi, que garantice una investigación justa de lo ocurrido.
Las dos primas fueron encontradas colgadas de un árbol el pasado 28 de mayo en Uttar Pradesh y la policía, con base en la autopsia, determinó que ambas fueron violadas, golpeadas y colgadas.
La conclusión de la investigación se da a conocer un día después de que se conociera que una adolescente de 15 años murió en un hospital de Uttar Pradesh, una semana después de que un grupo de hombres la quemó como castigo por resistirse a ser violada.
Los ciudadanos indios expresaron su indignación por los crecientes casos de violaciones en grupo y la incapacidad de la policía para detener estos actos de violencia.
La violación en grupo de una estudiante de 23 años en el interior de un autobús en Nueva Delhi en diciembre de 2012 provocó numerosas protestas en las calles y el endurecimiento de las condenas para los que cometen delitos sexuales, sin embargo siguen este tipo de ataques.
