Exploran límites del «arte robótico»

Sobre los muros blancos, una máquina compuesta por siete módulos de sensores simulará los trazos de un pintor para crear una obra abstracta que, en realidad, depende de la temperatura, el sonido y el humor de las personas en la sala de exhibición.
Se trata de un robot cuya inteligencia artificial será capaz, se asegura, de producir arte.
La pieza Semi-senseless drawing modules, de los artistas multimedia So Kanno y Takahiro Yamaguchi, cuestiona el binomio tecnología-arte, no sólo en la manera en que las herramientas digitales producen obras, sino desde la propia definición de ambas disciplinas y cómo se afectan una a la otra.
“La pregunta sobre si lo que hace este robot se puede definir como arte es una pregunta que dejamos abierta al público.
Nosotros construimos el sistema para experimentar en los modos de producir creatividad y queda la pregunta sobre si una computadora puede tener conciencia para crear una obra”, señala Kanno.
El experimento es una de las piezas de la muestra sobre arte robótico que se presentará en el Centro Nacional de las Artes en el marco del Encuentro Internacional de Robótica Artística.
El error maquínico, en el que participan artistas, ingenieros, científicos, arqueólogos y académicos para reflexionar sobre los vínculos entre la creatividad y la vida virtual.

Junto al “robot pintor” se presentarán dos máquinas de Ken Rinaldo, artista y teórico estadunidense, quien desde sus proyectos plantea una reflexión sobre las posibilidades de la tecnología para hacer más fácil la vida del hombre, y alejar la idea de su uso bélico.
Una de las máquinas es The paparazzi bots, un conjunto de robots que fotografían a los espectadores mientras sonríen; los retratos se “suben” a una página de internet.
Rinaldo explicó que las máquinas manipulan, en cierto modo, el estado emocional de las personas, pues para lograr un retrato deben reír.
“Cuando la persona sonríe, los músculos de la cara están relacionados con el cerebro y la sensación de sentirte feliz.
Entonces podríamos decir que este robot manipula para que la gente sea feliz”.
El segundo proyecto, que se presenta por primera vez, es el rostro gigante de una mujer que al momento de contactar a una persona comienza a narrar una historia, y está programada para contar tres diferentes relatos que refieren las relaciones humanas con las tecnologías.
A la exhibición se suma Metáforas para pianos muertos, del mexicano Hugo Solís que consiste en un conjunto de esculturas sonoras construidas a partir de desmembrar pianos acústicos desechados por sus dueños.
A través de sensores, una computadora registra y analiza el comportamiento de los espectadores, para generar nuevas composiciones musicales.
“Se analiza la relación entre el pensamiento, el arte y la ciencia para tener modos nuevos de creación y lo que haremos será hacer un análisis puntual de la relación máquina y creatividad.
Máquina y existencia de sentido, para ver las nuevas formas de crear”, explicó Jordi Vallverdú, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona.
En paralelo a la muestra, se realizarán talleres y conferencias para discutir desde cuestiones técnicas —como la codificación de lenguajes digitales y programas para producir máquinas— hasta teóricas y filosóficas —como la posibilidad de conciencia de un robot.
Adriana Casas, directora del Centro Multimedia del Cenart, detalló que el eje rector del encuentro es el concepto de error en el sentido de experimentar propuestas y romper con las estructuras básicas de producción, incluso rebasar los modelos digitales ya conocidos.
“El error se ha convertido en una prominente estética en la mayor parte de las artes de finales del siglo XX, recordándonos que nuestro control sobre la tecnología es una ilusión”, explica.
Entonces, sigue, el fin de reunir a expertos es reflexionar sobre las posibilidades y retos que implica la relación entre el arte y la robótica.
“En esta primera edición partimos de analizar la cuestión de la especialización en la robótica, sus límites y la manera de vincularse con lo inesperado para generar mayor conocimiento”, puntualizó.
A ello responden conferencias como “¿Máquinas como nosotros? Los robots como prueba y horizonte” impartida por Jordi Vallverdú; “Roboestética”, con So Kanno (Japón), Leonardo Aranda (México) y Hernando Ortega (México), y el Foro de Innovaciones en el que se explorarán las diferentes aplicaciones de la robótica.
Entre los participantes destacan Julio Zaldívar, Gilberto Esparza, Carlos Gershenson, Hernando Ortega, el Departamento de Control Automático, Laboratorio de Robótica y Visión Artificial del Cinvestav.