El futuro de los androides y los robots hogareños se discute en España

La robótica humanoide, dotada de aspecto antropomórfico y funcionalidades humanas, está dando pasos de gigante a la hora de convivir con el hombre en tareas tan cotidianas como la asistencia a ancianos, el entrenamiento terapéutico, el suministro de fármacos a enfermos o la vigilancia de niños en casa.
Más de 400 expertos participan en el congreso de tres días inaugurado hoy en Madrid sobre robótica humanoide, llamado «Humanoids», considerado el más importante del mundo en este campo, y que ha sido organizado por la Universidad Carlos III.
Esta es la decimocuarta edición de este congreso, que está auspiciado por el Institute of Electrical and Electronics Engineers y Robotics and Automation Society (IEEE-RAS).
La cita se celebra cada año en un continente y en esta ocasión, por primera vez en España, bajo el tema «Los humanos y los robots cara a cara», con el objetivo de demostrar las destrezas de esta tecnología en entornos cotidianos.
También reúne a robots humanoides con grandes destrezas para el reconocimiento humano con sensores muy avanzados para interactuar con el entorno y sistemas de navegación de última generación para sortear de forma autónoma obstáculos y reconocer a las personas sin hacerles daño al pasar junto a ellas.
Se exponen además brazos y manos robóticas de gran precisión, robots que pueden ser camareros, azafatas o asistentes sociales, con capacidad para llevar paquetes de un lado a otro y autónomos en sus movimientos.
Según explicó a Efe Dolores Blanco, directora del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Automática de la Universidad Carlos III, la robótica humanoide está avanzado a pasos enormes y es previsible que su presencia se generalice en los hogares en los próximos años.
No obstante, se debe perfeccionar su capacidad de interacción con los hombres, porque «no es fácil» aún dotarlos de habilidades como andar, subir escaleras, o sentarse, de modo que se conviertan en herramientas realmente útiles para el hombre en entornos cotidianos.
Uno de los robots humanoides destacados en la feria fue REEM-C, cuyas capacidades son comparables a las de Asimo (que no ha participado en este congreso), pero con mucha mayor autonomía dado que su batería dura hasta seis horas y que habla varios idiomas.
Un clásico en toda convocatoria de robots fue NAO de Aldebaran, que además de venderse como juguete por su versatilidad de movimientos y pequeño tamaño, a un precio de entre 6.200 y 7.500 dólares, se comercializa también como plataforma educativa, por su capacidad para dar clases o manejar pizarras interactivas.
Además, NAO cuida a enfermos y colabora en tratamientos terapéuticos, por ejemplo con niños con problemas de movilidad o autistas, a los que transmite mensajes de ánimo o les corrige cuando no entrenan correctamente.
Su creador, Aldebaran, es una empresa que cuenta con una participación mayoritaria de Softbank, la compañía tecnológica japonesa que acaba de crear Pepper, un simpático androide diseñado para asistir a los visitantes de los centros comerciales nipones.