El presidente aseguró que no va a rendirse en el tema migratorio por lo que continuará trabajando con líderes de ambos partidos e independientes para aprobar un proyecto bipartidista; su acción es el primer paso, dijo, pero falta trabajar más .
Han pasado 512 días, la Cámara de Representantes no ha decidido dar su voto a un proyecto bipartidista sobre migración, dijo el presidente Barak Obama al defender la decisión de aplicar acciones ejecutivas, en Las Vegas, Nevada.
Durante el acto de la firma del decreto migratorio, que anunció ayer por la noche y que beneficiará a cinco millones de indocumentados, el presidente fue increpado por algunos asistentes, por lo que defendió que las medidas son un primer paso, pero aún falta trabajar más junto a ambos partidos y encontrar acuerdos.
«No me estoy rindiendo, nunca me voy a rendir. Vamos a seguir trabajando», dijo el presidente.
En su alocución el mandatario señaló a la Cámara de Representantes, principalmente a los líderes republicanos, de ser los responsables de la toma de una acción ejecutiva en la materia.
Destacó el trabajo hecho con republicanos, demócratas e independientes en el Congreso para impulsar un proyecto bipartidista, » un proyecto de sentido común que hubiera mejorado nuestro sistema».
«Los expertos independientes, dijeron que las próximas dos décadas el nuevo proyecto hubiera hecho que la economía creciera y se redujera nuestro déficit».
No obstante, dijo, «ya han pasado 512 días, un año y medio (desde que el Congreso lo aprobó) y la única cosa que se pone en el camino de ese proyecto bipartidista y mi escritorio para que pueda promulgar la ley, es un voto simple sí o no de la Cámara de Representantes».
El liderazgo en la Cámara no lo permitió, resaltó
Incluso, Obama señaló su disposición por «lavar su auto, sacar a pasear su perro, pero simplemente convoca a la votación y danos una oportunidad, si no hubiéramos estado de acuerdo se hubiera hecho de nuevo, sólo pedíamos una oportunidad».
«Yo no he disuelto el parlamento, así no funciona nuestro sistema, no le quité los poderes a la Cámara de Representantes o al Senado. Las medidas que he tomado son un paso temporal, son un primer paso», defendió Obama.
Insistió en que las medidas podrán ser retiradas siempre que haya consenso por lo que pidió de manera reiterativa a los líderes republicanos «aprobar un proyecto» antes de que termine el año.
«Todavía van a estar trabajando por cuatro semanas, me comprometo a trabajar con ambos partidos para sacar adelante la reforma. A todo el mundo le daré crédito a John Boehner, Nancy Pelosi, (…) tendremos un linda ceremonia de promulgación», si aprueban el proyecto.
Obama delineó las medidas que ha tomado para ayudar a millones de personas que viven en el país de manera ilegal, mismas que están diseñadas para hacer que casi cinco millones de migrantes eviten la deportación y reciban permisos de trabajo.
Recalcó que las familias no corren riesgo a ser deportados, siempre que decidan registrarse y cumplan las medidas anunciadas como residir en el país por más de cinco años o ser padres de ciudadanos o residentes legales en EU.
Explicó de igual forma que las únicas personas que no serán aceptadas serán los criminales.