El féretro con los restos mortales de la duquesa de Alba, fallecida ayer a los 88 años, llegó al altar de la catedral de Sevilla en una misa que presidie el cardenal Carlos Amigo Vallejo, y concelebrado por el arzobispo monseñor José Asenjo.
Los hijos, nietos y familiares de la XVIII duquesa de Alba caminaron detrás del coche fúnebre que llevó el féretro con los restos mortales de Cayetana Fitz-James Stuart y Silva.
María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva o, como se le conoce, Cayetana de Alba, la persona que más títulos nobiliarios atesoraba en el mundo según el libro Guinness, falleció ayer de una neumonía. Tenía 88 años.
La duquesa de Alba presumió de ser una aristócrata que nadaba contra corriente en España. El estilo distendido de vida que eligió, sus tres matrimonios y el eco que siempre tuvo en la prensa del corazón rompieron ocho siglos y 17 generaciones de rigurosa discreción.