Cuando todo parecía indicar que el último combo de partidos del año, programados bajo el marco de la Fecha FIFA, terminarían sin una victoria para les ‘Bleus’, apareció el novel capitán del equipo para provocarle una sonrisa a los suyos.
Raphael Varane se alzó en todo lo alto al minuto 83 para conectar con la cabeza un centro enviado desde la esquina por Griezmann y sacudir las redes de un Isaksson que estuvo en plan grande.
Así, Francia logró superar, por la mínima diferencia a un equipo sueco muy gris, apático incluso. Parece que Zlatan Ibrahimovic sigue siendo esa chispa que le da vida a este conjunto. Sin el ariete del PSG en la cancha, la magia simplemente se esfuma.
Por su parte, el equipo galo tuvo dos versiones: la del primer tiempo, avasalladora, dinámica y con intensidad aunque sin puntería; y la del complemento, en donde cedió la iniciativa, el posicionamiento sobre el campo, pero contundente. Conclusiones positivas deja este partido a ambos estrategas: Suecia debe encontrar una manera de funcionar sin su hombre clave en el campo; Francia tendría que apostar por mantener todo el partido la misma tendencia, si es que quiere que la Eurocopa de 2016, de la cual será sede, se quede en su vitrina.