Esta noche, el presidente Enrique Peña Nieto llamó a las naciones más industralizados del mundo y a los países emergentes a comprometerse firmemente a incrementar en 2% el PIB del Grupo de los 20 (G-20) al tiempo de coordinar acciones que permitan al mundo salir de su actual estancamiento económico.
Hace unos minutos, al participar en el primer día de actividades de la Cumbre del Grupo de los 20 (G-20) -que agrupa a las ocho naciones más industrializadas, más los principales países emergentes y la Unión Europea- consideró que se debe alcanzar ese objetivo de 2% para los países del mecanismo antes de 2018. En un Centro de convenciones Blindado por las autoridades de seguridad australianas, asentó que para alcanzar este objetivo se «requiere que nuestras sociedades y gobiernos se atrevan a hacer cambios estructurales para quitar viejos obstáculos que limitan nuestras economías».
Por su parte, el Primer Ministro, Tony Abbott, quien ocupa la Presidencia australiana del G-20, destacó que el éxito de las reformas en México fue una preparación y concertación con otros partidos, y sobre todo, que la narrativa fue la correcta.
La tarde de este sábado (la madrugada en la Ciudad de México), antes de regresar a territorio nacional, el presidente Peña Nieto intervino en la primera sesión de trabajos del pleno del Grupo de los 20 al lado de los presidentes de Estados Unidos, de China, Francia, Brasil y del primer ministro de Australia, entre otros.
Durante su participación, la Sesión plenaria con el tema de Economía Global, el presidente Peña Nieto puso énfasis al señalar que el ejemplo de México demuestra que sí es posible transformarse de fondo.
El Primer Mandatario subrayó que las transformaciones al marco institucional y a la infraestructura del país, son dos aspectos fundamentales del proceso de cambio puesto en marcha por su administración.
Sostuvo que fueron igual de importantes la aprobación legislativa de las once reformas estructurales, como lo es hoy la eficaz instrumentación de las mismas durante sus etapas regulatorias y administrativas.
Peña Nieto abundó que actualmente se está trabajando en su gobierno para poner dichas reformas en acción y hacer que se traduzcan en mayor crecimiento económico y beneficios concretos para los mexicanos.
Hizo notar que de acuerdo a los planteamientos del G-20, la reforma laboral tiene como uno de sus objetivos principales fomentar la inclusión de la mujer en el mercado de trabajo, a partir de esquemas más flexibles de contratación como el trabajo en casa; el pago por hora; la prohibición de exámenes de embarazo; y penas más altas al hostigamiento y al acoso sexual.
El Presidente Peña Nieto puntualizó que con acciones estructurales como éstas, México respalda el compromiso del G-20 de incrementar sustancialmente la participación de las mujeres.
En su intervención, Peña Nieto dijo que México coincide con el G-20, particularmente con la presidencia australiana en el organismo multilateral, en la importancia de los proyectos de infraestructura como un motor del crecimiento económico.
Por ello, agregó, se impulsa un Programa Nacional de Infraestructura que incluye más de 700 obras estratégicas para convertir al país en una plataforma logística internacional.
Aseveró que este programa cuenta con una inversión histórica mayor a 600 mil millones de dólares y contempla la construcción de más de tres mil kilómetros de autopistas; incrementar de 280 a 500 millones de toneladas la capacidad de los puertos.
Así como la construcción de un nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México que, en su etapa máxima, movilizará a 120 millones de pasajeros al año; y una inversión promedio anual superior al ocho por ciento del PIB.
Expuso que para desarrollar estos proyectos se utilizan innovadores mecanismos de inversión como asociaciones público-privadas; y la participación de inversionistas institucionales y fondos binacionales como por ejemplo, el de China, de dos mil 400 millones de dólares, administrado por la Corporación Financiera Internacional del Banco Mundial.
Las economías que agrupa el G-20 representan el 85.8 por ciento del PIB mundial.