El Colectivo Es Hora de Hacernos Agua puso el dedo en la llaga del uso indebido y voluntarista de la asignación de recursos públicos etiquetados para las instituciones culturales, de formación y promoción artística, al denunciar los privilegios otorgados desde la Secretaría de Cultura y la Dirección correspondiente del Ayuntamiento de SLP a un bloque cultural encabezado por el escritor David Ojeda.
Así lo señaló el poeta José Ignacio Betancourt, quien aseveró que Ojeda presionó los nervios del Poder Ejecutivo para que se le otorgara un cargo en la Dirección General del Instituto Potosino de las Bellas Artes a su esposa Laura Elena González. De igual manera, denunció Betancourt, se entregó a David Ojeda y a sus allegados, el denominado Festival de Las Letras del Ayuntamiento de SLP y el beneficio del manejo a conveniencia de recursos públicos para la promoción, la presentación de artistas e intelectuales, la cobertura de sus gastos de traslado, comidas y hospedajes, y la selección de estos a su conveniencia, lo que ha generado la discriminación de los creadores locales y, en particular, de aquellos que no son de su grupo de interés.
Por su parte, y en el contexto de una charla informal, Gerardo Rivera, mejor conocido como Kabubi, promotor de teatro y microempresario potosino, cuestionó severamente las políticas culturales implementadas en San Luis Potosí en las que es notorio el favoritismo que se ha otorgado a grupos como el comandado por David Ojeda, pero donde, lo más grave, es evidente que hay una profunda improvisación y un claro desdén por la formación y profesionalización de la comunidad artística en general, en perjuicio directo de los ciudadanos receptores de productos artísticos, culturales e intelectuales de dudosa calidad.
Gerardo Rivera es un productor cultural independiente, uno de los más reconocidos impulsores del teatro, dramaturgo y formador potosino, quien ha representado en cuatro ocasiones a la comunidad “teatrera” de San Luis Potosí.
Kabubi lamentó el abandono físico y operativo en que se encuentra la Escuela de Artes de San Luis Potosí, así como de diversas instituciones para la formación y profesionalización de artistas y creadores potosinos, no obstante que en la comunidad artística local existen artistas de reconocida calidad que, lamentablemente no brillan en San Luis Potosí, por falta de promoción, e incluso de trabajo, los que ha llevado a muchos a instalarse en la burocracia, donde pierden proporción y sentido.
Refirió Kabubi que, finalmente, la Secretaría de Cultura y el gobierno del estado, requeridos por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, terminó por ofrecer disculpas a su hijo, Gerardo Rivera (El Diablo) que fuera agredido por agentes de la Policía Estatal, comandados por el teniente Coronel Urban, cuando, insertó en un programa de difusión de Leyendas Potosinas, asustó a un transeúnte, quien despavorido por creer que, en efecto estaba ante el demonio, buscó refugio en la Oficialía Mayor y pidió la intervención del agresivo piquete de policía; la cosa no paró ahí, ya que el director de Comunicación Social de Gobierno del Estado, Roberto naif, difundió entre los medios de comunicación un video de seguridad, como “prueba irrefutable”, de que su hijo habría agredido al asustadizo transeúnte.
La disculpa pública, sin embargo, no entrañó la reparación del daño, ya que la denuncia judicial contra éste es mantenida, quien sabe con qué intenciones, en la Procuraduría General de Justicia del Estado, precisó.