El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pidió hoy la igualdad para todos los grupos étnicos de Birmania (Myanmar) , incluida la minoría musulmana rohingya, a la que las autoridades niegan la ciudadanía.
Obama destacó la importancia del estado de Derecho en una comparecencia junto con la líder opositora birmana y nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, con la que se reunió en Rangún, la antigua capital.
«Los rohinyas y el resto de los grupos étnicos deben ser iguales ante la ley» , afirmó en una rueda de prensa.
Obama destacó la importancia de que todas las minorías étnicas sean tratadas con igualdad, al tiempo que reconoció la «complejidad» de la situación en el estado de Rakhine, donde en 2012 brotes de violencia sectaria dejaron decenas de muertos.
«El proceso de reconciliación nacional es necesario para acabar con la violencia sectaria» , aseveró.
En su opinión, Birmania ha avanzado en las reformas en los últimos años, con la liberación de presos políticos y de niños soldado, pero la tarea está aún «incompleta» .
Además, el presidente estadounidense dijo que ningún periodista debería ser detenido por hacer su trabajo, en alusión a las detenciones de comunicadores por parte de las autoridades birmanas.
Por su parte, Suu Kyi habló de «baches» en el proceso de reformas, al tiempo que instó al diálogo para trabajar con el Gobierno en favor del desarrollo del país.
«El optimismo puede llevar a la complacencia» , advirtió la nobel de la paz, quien pasó más de 15 años bajo arresto domiciliario con la anterior junta militar, que cedió el poder a un Gobierno civil en 2011.
Suu Kyi afirmó que sólo el Estado de derecho acabará con los conflictos y la violencia en el país y que el pueblo debe «poder sentirse seguro en sus casas y no amenazado» .
La crisis humanitaria de la minoría musulmana rohingya es uno de los temas más controvertidos en el país e incluso el partido de Suu Kyi se resiste a hablar expresamente en favor de esta comunidad a la que el Gobierno niega la ciudadanía y su identidad como grupo étnico.
Cerca de 140 mil rohingyas se encuentran hacinados en campos de desplazados con escasa atención sanitaria y medios de subsistencia en el estado Rakhine desde los brotes de violencia sectaria en 2012.
Miles de estos musulmanes, con limitaciones para desplazarse, casarse o tener hijos, se embarcan en peligrosos viajes a través del Mar de Andamán para llegar a Tailandia o Malasia, donde caen víctimas de los traficantes de personas.
La minoría étnica kachin también ha denunciado abusos por parte del Ejército, que desde el 2011 combate a la guerrilla kachin en el noroeste del país.