Morelos: Saga criminal del PRD

Previo al anuncio a los padres de los normalistas de Ayotzinapa y a la conferencia de prensa, en prácticamente todos los medios y columnas de políticos –no de política– que giran en la órbita del Guamúchil Party aparecía la misma nota. En algunos casos ni «la vuelta» le dieron, como se dice en el argot periodístico.
El viernes, en efecto, se leía desde muy temprano que las tribus del PRD están enfrascadas en una guerra –por supuesto– tribal y bla, bla, bla.
No necesitaban ni medios ni colegas que les tiraran «línea» –pero…–, ya que es evidente que el caso Iguala-Ayotzinapa ha revelado el verdadero rostro de esa izquierda «chucha», ante la cual los luchadores sociales de verdadera izquierda –Revueltas, Siqueiros, Campa, Martínez Verdugo, et al– se volverían a morir de vergüenza.
Ciertos sesentayocheros, ex militantes de la Liga 23 de Septiembre en los 70’s, que ya hacían lo mismo que ahora –pero sin narco–: secuestros de empresarios, asesinatos como el de Garza Sada en Nuevo León, hoy están transformados en funcionarios de gobiernos o representantes en las cámaras del Congreso bajo el disfraz de perredistas «chuchos».
Ser de izquierda es serlo de ideología y de principios alejados de los errores de la derecha «gobernante». No, no es sinónimo de delincuentes o narco-secuestradores que es en lo que ahora se han convertido los perredistas «chuchos» que, en las sobremesas, tras libar buenos vinos, tanto defienden la Ideología de las Izquierdas.
Hay de todo. Amalia García dejó a Zacatecas sumida en una de las más grandes crisis de seguridad. Los «Zetas» gobernaban el estado e hicieron proliferar el secuestro, las extorsiones, la venta de protección, el cobro de piso, la venta de drogas. Ella por su parte dejó endeudamiento, sobregiros en las cuentas públicas, corrupción, nepotismo, etc.
Michoacán con Lazarito Cárdenas Batel, con Leonel Godoy sufrió la misma suerte.
Al pueblo le dejaron el pago de los narco-impuestos. Los colectaban «Los Zetas», «La Empresa», «La Familia Michoacana»… y el coco de la narco-política «chucho»-perredista: «Los Caballeros Templarios».
Sobra qué escribir sobre otros narco-«gobiernos» o administraciones fallidas de los perredistas como en Guerrero. Todos sabemos ya de Ángel Aguirre, de la llamada «pareja imperial», de «Los Rojos», de «Los Guerreros Unidos» y, claro, de los sucesos de Iguala y las víctimas de Ayotzinapa.
GRACO RAMÍREZ CONVIVE CON NARCOS
Volvamos hoy al tabasqueño Graco Luis Ramírez Garrido Abreu, quien «gobierna» Morelos, y quien ha dicho en reiterada$ entrevi$ta$ que ex gobernadores, empresarios y periodistas le pidieron sentarse a negociar con el narco y que, en cambio, él se negó rotundamente. Más aún: que con el programa del Mando Único ya resolvió todo lo relativo al narcotráfico. Eso, pues, es lo que en castellano se llama «curarse en salud».
Y no, señor Ramírez, no se sentó usted con los narcos a platicar, ¡qué bueno! Pero, peor aún, usted ha permitido que los narcos hagan lo que quieran, lo que les dé la gana, en Morelos.
Es en el sur de la entidad vecina al DF donde han sentado sus reales los grupos de narcotraficantes «Los rojos» y «Los Guerreros Unidos». Un caso: el municipio de Amacuzac, «gobernado» por Noé Reynoso Nava, quien es señalado por grupos de inteligencia federal como miembro activo de «Los Guerreros Unidos».
Le doy más datos –que obran en poder de la autoridad federal–: Reynoso Nava está en la célula que dirige Santiago Mazari Hernández (a) «El Carrete», (a) «El 8 de Sonoíta», (a) «El 58», (a) «El Señor de los Caballos», integrada por sanguinarios secuestradores que se han convertido en el azote de los municipios sureños de Morelos.
Este presidente municipal de Amacuzac cuenta con la protección institucional –y con el temor de usted. señor Ramírez–, ya que no sólo se le relaciona en la región con los grupos de secuestradores, sino que la cuenta pública no le cuadra, tiene averiguaciones previas por robo de ganado caballar, robo de vehículos, abuso de confianza y fraude, tiene además una promoción de remoción de juicio político ante el Congreso del estado, y está ligado a la gente de Federico Figueroa –hermano del cantante Joan Sebastian– y a Santiago Mazari Hernández (a) «El Carrete» en delitos como el cobro de piso, extorsión a comerciantes, venta de drogas, secuestro en los municipios aledaños como Puente de Ixtla, Zacatepec, Jojutla, Tetecala en donde, precisamente, Figueroa tiene un rancho de dudosa reputación y procedencia. (Recuerdese el escándalo en el rancho de Joan Sebastian, en Veracruz, donde aterrizaban aviones procedentes de Suramérica cargados con cocaína).
Reynoso Nava, posee un rancho en construcción como el de Joan Sebastian con una barda de 7 metros de altura. Un hotel de 5 pisos también en construcción en Amacuzac.
Por el tipo de obras personales y por el descontento generado en la población, ¿no cree usted señor Graco Ramírez que bien vale un escrutinio a sus arcas públicas y a sus relaciones con Federico Figueroa del cartel de «Guerreros Unidos» ya que, incluso, cuenta con escolta armada a su servicio cortesía del propio Figueroa.
¿O tiene miedo? ¿O es cómplice?
JOAN SEBASTIAN Y HERMANO, IMPUNES
En las líneas de investigación, en los primeros días del caso Iguala-Ayotzinapa, la Marina Armada y la PGR realizaron un cateo en la zona de Amacuzac, ya que se contaban con datos de inteligencia de que los 43 estudiantes habrían sido llevados hacia ese municipio morelense, por las ligas de Noé Reynoso Nava y Federico Figueroa con los «Guerreros Unidos».
Emulando a los grandes capos colombianos Gonzalo Rodríguez Gacha (a) «El Mexicano» y a Pablo Emilio Escobar Gaviria con su legendaria hacienda «Nápoles» –una extensa y lujosa hacienda ubicada en medio de la selva en Antioquía, Colombia– Federico Figueroa también tiene el fuselaje de un avión en su propiedad campirana.
«Nápoles», según las crónicas, tenía en la entrada una avioneta similar a la que utilizó el capo colombiano en su primer envío de droga a Estados Unidos.
Comentan los vecinos que en los tiempos felices de la «pareja presidencial» de Iguala, Abarca-Pineda, se les veía con los Figueroa en sus fiestas. A ella se le veía en los alrededores de la finca «Azteca» conduciendo un boogy color rosa. Tiempos felices en el estado de Morelos, gozando de la impunidad que brinda el «gobierno» de Ramírez.
Los escándalos de la familia Figueroa, en los que han salido a relucir armas de fuego, son la constante, tanto las muertes violentas en que se han visto envueltos como las muertes no aclaradas del todo de los hijos del cantante Joan Sebastian: el primero en una discoteca en Cuernavaca, y el otro en las vísperas de un concierto del cantante en el estado de Texas.
El 19 de julio de 2013 en el interior del rancho de Joan Sebastian fue asesinado a tiros, Carlos Alberto Castañeda Alpízar. Nueva ocasión para que el manto de la impunidad protegiera nuevamente a la familia Figueroa.
Y, estoy cierto, el gobernador Ramírez conoce bien a Joan Sebastian. Y a su hermano Federico, ¿o no?
Índice Flamígero: De El Poeta del Nopal, bajo el título Viajero frecuente: «Como verdadero autista, / hierático, indiferente, / el gran viajero frecuente / presume nueva conquista; / con actitud triunfalista / sigue retando al destino, / incansable peregrino / se remonta a las alturas / y exhibe su desmesura / ¡a la mitad del camino!».