Esos sitios resguardan «valiosa información» sobre el pasado biológico y antropológico del continente americano
El especialista de la Seduma, José Antonio Ruiz Silva, señaló que hallazgos recientes en los sistemas de cenotes de la península de Yucatán confirman que esos sitios resguardan «valiosa información» sobre el pasado biológico y antropológico del continente americano.
El funcionario de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), quien se desempeña como jefe del Departamento de Manejo de Sistemas Kársticos, dijo que año con año en el Encuentro Internacional de Espeleobuceo que se desarrolla en esta entidad se dan a conocer nuevos hallazgos en los cenotes peninsulares.
Recordó que en la X edición que se realizó en Yucatán en octubre pasado sobresalieron dos descubrimientos, uno denominado «la mujer de Naia» que se realizó en territorio quintanarroense y otro que fue bautizado como «la espuma de chocolate» en esta entidad.
En el caso de la «mujer de Naia», siguió, se trata de un descubrimiento reciente en las inmediaciones del municipio de Tulum, Quintana Roo, en un cenote conocido como «La Virgen» , mismo que tiene una profundidad que en un principio se calculaba en más de ocho metros.
Entre los exploradores se encontraban Alejandro Álvarez, ingeniero oriundo del Distrito Federal, y Alberto Nava de Venezuela, quienes han participado ya en varios encuentros internacionales de espeleobuceo, puntualizó Ruiz Silva.
En ese sitio, los especialistas y su equipo avanzaron hasta llegar a una distancia de unos mil 300 metros y encontraron un abismo que da la sensación de flotar a una gran altura, al cual «algunos bautizaron como el hoyo negro».
«Las lámparas que llevó el equipo son muy potentes pero no lograron iluminar el fondo, por lo que se calcula que ese punto podría tener una profundidad superior a 60 metros, una de las más grandes que se han encontrado en la zona de cenotes de la Península de Yucatán» , detalló.
«No hubo rebote de luz, por lo que creemos que ese punto del cenote puede marcar un hito en la arqueología subacuática por lo menos en el continente americano», anotó.
En la exploración se encontraron algunos restos humanos, que se presume pertenecieron a una mujer, de ahí que el descubrimiento fuera bautizado como «la mujer de Naia».
Sin embargo, también se encontraron restos de «gonfoterios», que es un ancestro de los elefantes, como el mamut o el mastodonte, que desapareció del continente hace miles de años, añadió.
«Por esa razón creemos que es uno de los hallazgos más importantes de los últimos años», precisó.
Asimismo, refirió que otro hallazgo se registró en un cenote ubicado en la región de San Manuel, en Yucatán, con el descubrimiento de una pieza que parece una «chocolatera» , en un estado de conservación «asombroso».
«Esa chocolatera se entregó a expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), pues se trata de un hallazgo muy importante para conocer más de la relación que tenían los antiguos mayas con los cenotes, además de las capacidades que tenían para trasladar productos y mercancías a grandes distancias», apuntó.
Junto con la chocolatera, que es considerada una auténtica «rareza».
Se encontraron otras piezas arqueológicas que también podrían aportar nuevos datos sobre los antiguos pobladores de estas tierras, agregó.
El experto abundó que esos y otros hallazgos confirman que los cenotes peninsulares guardan «información valiosa».
Por esa razón, planteó, además de formar más y nuevos especialistas en espeleobuceo y arqueología subacuática, es necesario reforzar las políticas para frenar el deterioro y contaminación de la red de cenotes que hay en la región.