Presuntos estudiantes normalistas encapuchados causaron destrozos en las sedes de los partidos Acción Nacional, Nueva Alianza (Panal) y de la Revolución Democrática, y prendieron fuego a una de las puertas del edificio central de la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado, como parte de las manifestaciones para demandar justicia por el caso de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero.
Ayer comenzaron con una marcha hacia el centro de la ciudad, pero dos autobuses se desviaron hacia las oficinas de los partidos políticos, donde arremetieron con palos y piedras contra edificios, mobiliario y automóviles que encontraban a su paso. Repitieron las escenas de la semana pasada en la sede del PRI.
A empellones desalojaron al personal y funcionarios que laboraban en las oficinas, mientras pintarrajeaban con aerosol paredes y ventanas.
Los hechos se registraron cerca de las 11:00 horas, cuando a bordo de autobuses de pasajeros que secuestraron en la carretera Pátzcuaro-Morelia arribaron a la sede del Comité Directivo estatal del PAN —en la colonia Chapultepec Sur— a la que ingresaron para destruir computadoras, sillas, ventanas, puertas y escritorios.
El dirigente estatal del PAN, Miguel Ángel Chávez, salió visiblemente alterado y exigió a elementos de la Fuerza Ciudadana que acudieran al lugar, que intervinieran y detuvieran a los agresores mientras gritaba: “¡Michoacán y los michoacanos no somos culpables de la tragedia de Iguala!”.
“Vamos a poner la denuncia porque estamos viviendo hechos de violencia a manos de un grupo de vándalos que pusieron en riesgo en todo momento la integridad de los trabajadores y colaboradores nuestros”, declaró.
Luego de 40 minutos, los manifestantes se trasladaron a las oficinas de la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado y con bombas caseras prendieron fuego a la puerta principal del edificio, que ya estaba cerrado.
Elementos de la Fuerza Ciudadana presenciaron los actos sin intervenir, a pesar de que la gente lo pidió.
Los presuntos normalistas que coreaban consignas de “¡Justicia para Aytozinapa!” y “¡Fuera asesinos!” se dirigieron a la sede del Panal, donde causaron destrozos, y agredieron a un grupo de administrativos que no alcanzaron a salir a tiempo.
En la sede del PRD los supuestos normalistas intentaron abrir por la fuerza las puertas traseras del edificio, pero no lograron que cedieran los candados, por lo que después desistieron y caminaron hacia el centro.
A su paso, pintarrajearon las instalaciones de Cinépolis, del centro y los edificios de cantera.
Mientras otro grupo que se autodenominó “Los verdaderos normalistas” llegó al primer cuadro de la ciudad y colocó pancartas de protesta y dio por “clausurado por incompetencia” el edificio central del Poder Ejecutivo.
Una joven que dijo representar al movimiento estudiantil señaló que las acciones podrían recrudecerse en los próximos días, aunque se deslindaron de los desmanes en las oficinas de los partidos y del gobierno.
A la par, otro grupo de supuestos normalistas detuvieron tres autobuses de pasajeros y un camión de carga en la Autopista de Occidente, a la altura de la caseta de Panindícuaro, para robarles la gasolina y el diesel.
De acuerdo con la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), unos 80 jóvenes se instalaron a media tarde en la carretera y montaron un punto de revisión para interceptar los camiones que pasaban y sustraerles el combustible.
El secretario de Gobierno, Jaime Darío Oseguera Méndez, dijo que los actos de barbarie “sólo sirven a los intereses de los peores enemigos de Michoacán y del país”.
Expuso que “la sociedad está cansada de los violentos, de los intolerantes y que manipulan la bandera de la libertad y la justicia”.
El comisionado para la Seguridad y Desarrollo Integral de Michoacán, Alfredo Castillo Cervantes, recalcó en este mismo sentido que no se utilizaría la fuerza pública para confrontar a los estudiantes y dijo que la presencia policiaca “se enfocará sólo al repliegue de los normalistas”.