La crisis interna difícilmente se superará en el PRD con un simple reparto de culpas entre las distintas tribus que lo integran, advirtió el ingeniero Agustín de la Rosa Charcas, integrante “en receso” de ese instituto político.
El profesionista indicó que los signos de la animadversión social hacia el partido que promovió la candidatura de José Luis Abarca Velázquez a la presidencia municipal de Iguala, aparecieron tempranamente, cuando el fundador del PRD, Cuauhtémoc Cárdenas, se apersonó en uno de los primeros movimientos de protesta masiva, en el Distrito Federal, resultando agredido.
Quedó claro también que la renuncia de Ángel Aguirre no ha aportado elementos suficientes para la distensión del reclamo social ni para la eventual recomposición al interior del PRD, cuya unidad interna, antes de la barbarie, ya estaba rota por la imposición de un grupo de poder, el de la Nueva Izquierda y sus aliados, que llevaron al partido a embarcarse en una aventura sin retorno en la constitución por la vía de Jesús Ortega Martínez –como el mismo dijo en San Luis—, del Pacto por México, del que se han desprendido reformas legislativas abiertamente regresivas para el país.
De la Rosa destacó que la dirección nacional del PRD, en manos de “tres chuchos” consecutivos (Ortega Martínez, Zambrano Grijalbo y Navarrete Ruiz) cambió en definitiva el proyecto y la mística originales del PRD que surgió de un reclamo social de democracia, transparencia y justicia electoral, engarzando al instituto político al populismo y al pragmatismo ramplón.
En este marco, el reparto de culpas al interior del PRD, claramente es insuficiente para superar la crisis que vive este instituto político ante los ojos de la sociedad en general y ante la conciencia de sus propios militantes y simpatizantes que han comenzado a mirar con más detenimiento las opciones que las organizaciones no gubernamentales y las asociaciones políticas nacionales y estatales ofrecen como alternativas a los partidos políticos tradicionales.
En San Luis Potosí, la utilidad social del PRD es igualmente cuestionada a la del resto de los partidos políticos; incluso en Soledad de Graciano Sánchez. En aquel municipio por la preponderancia del populismo que, paradójicamente ha colocado al presidente municipal de Soledad como el mejor prospecto del sol azteca a la gubernatura de San Luis Potosí.
Tampoco el resto de los partidos (y menos el PRI) se han puesto a salvo de la crisis de credibilidad, por la actuación de los servidores públicos en los tres niveles de gobierno y de las que hasta ahora no se desprende ningún beneficio para los ciudadanos y ningún aporte para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos agobiados por los constantes incrementos en las tarifas, los gasolinazos, la inflación, la precepción de inseguridad y la constante desconfianza que hoy inspiran a la mayoría la corporaciones policíacas.
A nivel local, en los municipios y en el Estado de San Luis Potosí no se escucha la voz crítico-propositiva y no se ve la acción política del PRD ni de la izquierda que han perdido ante el empuje de los colectivos sociales apartidistas, su capacidad de convocatoria, advirtió el analista político, al llamar a su partido y a los partidos de izquierda a la autocrítica.