Un niño de cuatro años sufrió sólo algunas fracturas después de caer más de 60 metros desde un acantilado y acabar sobre una playa rocosa en el norte de California, informaron el martes las autoridades y su familia.
El niño estaba de paseo con su familia en Bodega Bay el lunes por la tarde y estaba arrojando rocas cuando de pronto lo perdieron de vista, reportó el diario Press Democrat of Santa Rosa.
Mientras estaba por anochecer, los bomberos de la localidad pensaron en un principio que había caído al agua, pero de pronto lo vieron al fondo del acantilado, dijo el capitán Justin Fox.
Los socorristas usaron cuerdas y una canasta para bajar mientras un bote salvavidas de la Guardia Costera iluminaba con bengalas que lanzaba al aire, todo mientras la familia observaba desde la orilla del peñasco.
«La luz se iba rápidamente», dijo el supervisor de parques Tim Murphy.
Había marea baja, de lo contrario, habría sido más difícil hallar al niño, dijo Fox.
El papá, Daryl Johnson, dijo a KTVU-TV que el pequeño resultó con un brazo y una pierna fracturados, además de rasguños en la cara.
«Es triste verlo así. Sus ojos están hinchados por el impacto. Simplemente estoy preocupado por él».