Los dos ciudadanos estadounidenses que fueron liberados por Corea del Norte regresaron a Estados Unidos tras una larga misión secreta del principal funcionario de inteligencia estadounidense en el país comunista.
Kenneth Bae y Mathew Todd Miller llegaron la noche de este sábado a la base conjunta Lewis–McChord, donde fueron recibidos por sus familias.
El director de Inteligencia Nacional, James Clapper, acompañó a Bae y Miller en su viaje de regreso a los Estados Unidos.
A su llegada el coreano-estadunidense Bae agradeció las gestiones del gobierno para su puesta en libertad.
El misionero y guía de turistas, de 45 años de edad, fue acusado de tratar de derrocar al gobierno en Pyongyang, por lo que fue sentenciado a 15 años de trabajos forzados.
Bae fue detenido en 2012, mientras guiaba a un grupo turístico en Corea del Norte.
En tanto, Miller, originario de Bakersfield,California, fue arrestado en abril pasado y sentenciado a seis años de prisión por cargos de espionaje.
El gobierno de Corea del Norte acusó a Miller de destruir su visa y de pedir asilo con el propósito de ser enviado a la cárcel, donde pretendería investigar la situación de los derechos humanos.
La liberación de Bae y Miller se suma a la del estadunidense Jeffrey Fowle, que regresó hace unos días a este país, tras haber estado preso por dejar una Biblia en un club nocturno.
La puesta en libertad de los dos ciudadanos estadunidenses representa un cambio de buena voluntad en la errática relación entre el gobierno del presidente Barack Obama y el joven gobernante de Corea del Norte, Kim Jong-un, que con frecuencia lanza amenazas con realizar un ataque nuclear en respuesta a las sanciones de occidente a esta nación asiática.