Luz Elena Arellano Aguilar y Arturo Gerardo
Hernández Tenorio, Presidenta y Secretario General interinos del Comité Municipal del PRI, respectivamente demandaron a César Camacho Quiroz, presidente del CEN del PRI, que “sea el Consejo Político Municipal en pleno y en un proceso transparente” quien determine quién debe de conducir a ese partido en esta Capital potosina.
Asimismo, propusieron que a dos meses de conocerse a quien sea el candidato o candidata al Gobierno del Estado, aquel acuerdo del Consejo Político Municipal devenga de la estrategia que determine quien vaya a ser “nuestro abanderado o abanderada a la gubernatura” con miras al triunfo del partido.
En un tercer punto, manifestaron que sólo a partir de aquellas condiciones dicha dirigencia municipal realizará “una entrega organizada, comprometida y de continuidad a las acciones de trabajo en el marco del consejo, respeto institucional y, sobre todo, a la militancia real del partido.”
Todo lo anterior lo expusieron Arellano Aguilar y Hernández Tenorio en un desplegado de prensa, publicado este jueves pasado, luego de que conocieran de un acuerdo del CEN del PRI, en donde se autoriza a la dirigencia estatal a designar a un Presidente y Secretario General del Comité Municipal en esta Capital.
Según ese acuerdo que se ha hecho saber por vías extraoficiales, sería un colaborador de Emilio de Jesús Ramírez Guerrero, secretario general de la Federación de Trabajadores del Estado – CTM, quien ocuparía la dirigencia del PRI en el municipio de San Luis Potosí, además de otro propuesto por el alcalde Mario García Valdez.
En su desplegado recuerdan que el proceso para integrar al Comité Municipal del PRI fue suspendido el ya lejano 26 de septiembre de 2011 y que debió reiniciar en agosto de 2012. “Hasta la fecha los órganos estatales del partido fueron omisos en remitir la convocatoria para tal elección”, señalan.
En el mismo comunicado denuncian que “es inentendible la aniquilación de corrientes y expresiones que no necesariamente coincidimos en prácticas y formas con otros correligionarios”. Y agregan: “Para mantener la universalidad y unidad del partido, las dirigencias estamos obligadas a mantener equilibrio y presencia partidaria de respeto a los espacios bien ganados y bien trabajados a todas las corrientes que le damos vida al PRI.”
Esto que es una desafiante situación dentro del PRI a pocos días de suceder la designación de su candidato a la gubernatura, se inscribe en el marco de una indecisa conducción de ese partido, pues en el actual régimen gubernamental han pasado por su dirigencia seis militantes.