¿Qué no, una de las promesas del gobierno peñista, era que los combustibles bajarían en precio con la aprobación de la reforma energética? Pues la primera
gran realidad es que para enero del 2015, la gasolina sufrirá un aumento del 3 por ciento.
Es casi como tirarse con una escopeta al pie, lo que hará el Gobierno federal con este nuevo impuesto.
Mientras se libra ya una batalla con carácter electoral por la justicia económica del aumento al salario mínimo, la administración del presidente Enrique Peña Nieto, no ceja en su carácter recaudatorio.
Ya hay voces –no priísta, of course–, que advierten que este nuevo aumento a las gasolinas que de por sí han sufrido un deslizamiento a la alza mes a mes; es un atentado en contra no sólo de los bolsillos de las familias, también de comercios e industrias.
La verdad, es que el 2015 no está nada lejano, pero tampoco la aguda crisis sexenal, que está en ciernes.
Es una pesadilla en fracaso gubernamental, que aplica la norma de cobrar mucho y dar un mal servicio.
No se entiende cómo es que los mexicanos permitimos que nuestros gobiernos ni siquiera nos brinden la seguridad por orden constitucional pero eso sí, nos quieran cobrar por todos lados impuestos y multas hasta la «in»comodidad de nuestras casas.
Muy lejos estamos de ser el país que prometió Peña Nieto al inicio de su gobierno y de eso, en términos sexenales no hace mucho.
Es una regla no escrita, pero sí bien estudiadas por economistas, actuarios y analistas que el alza de combustibles genera inflación y escaso dinero en los bolsillos y carteras de cualquiera.
Ya no sólo veremos las protestas de los estudiantes, de los desposeídos hasta de oportunidades, también empezaran los reclamos de quienes teniendo, no les alcanza.
Así, que el cumplimiento de las promesas empiezan a fallar. Qué bueno que no fueron notariadas. Lo dijo por quién gobierna, claro está.
Acta Pública… Con la reforma energética bajarán la luz, el gas y se detendrá el aumento a las gasolinas: PRI.
Para advertir… Para los que aún no se habían dado cuenta de la estaba gubernamental. Una más.