Los sindicalistas de Teléfonos de México replicaron en San Luis Potosí una movilización pública en apoyo a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa; convocaron a una marcha que concluiría con un mitin en la Plaza de Armas para reclamar justicia para los caídos y heridos a manos de las corporaciones policíacas de Iguala y Cocula Guerrero, y de un grupo de sicarios ya identificados como Guerreros Unidos.
Los trabajadores de la telefónica mexicana hicieron acto de presencia y sumaron sus voces a los reclamos de justicia, del pronto esclarecimiento de los hechos pero, sobre todo la subrayar la urgencia de la presentación con vida de los 43 que aún se encuentran en calidad de desaparecidos.
Los trabajadores de Teléfonos de México tomaron como punto de acuerdo nacional manifestar su solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa a lo largo y ancho del país, así como para llamar al conjunto social a pronunciarse al respecto, emitiendo una enérgica condena de los hechos y para reclamar el cese de las políticas de criminalización de la protesta social impuestas desde las instituciones por un grupo que ambiciona el poder y el control social, por encima del Estado de Derecho.
De a cuerdo con este punto: se diseñó la ruta crítica de las manifestaciones, a partir de las 17:30 horas de ayer.
El movimiento de solidaridad social se alza como una ola gigante, cuya crespa comienza a verse en el exterior del país, como se desprende de las recomendaciones turnadas por la Organización de Naciones Unidas, la UNICEF, la OIT, la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de las expresiones de solidaridad en países como Islandia, España, Francia, Estados Unidos, Italia, Alemania, entre otros muchos.
Entre las demandas enarboladas por los telefonistas destacan los llamados a cesar con las hostilidades encaminadas a las Escuelas Normales Rurales; la demanda de solidaridad nacional, justicia para los estudiantes asesinados y para sus familiares. En solidaridad con Ayotzinapa se han manifestado ya casi la totalidad de las Escuelas de Educación Superior, incluyendo algunas de carácter privado; asimismo se han sumado voces de organizaciones de la sociedad civil, sindicatos obreros y campesinos, colectivos para la defensa de los derechos sociales y humanos, artistas, intelectuales, asociaciones de padres de familia, entre otras.